jueves, 14 de abril de 2011

Flora amenazada: Thymelaea lythroides

La especie más interesante entre las que pueden encontrase en los arenales de la cuenca del Guadyerbas es la bufalaga Thymelaea lythroides, un arbusto que alcanza el metro de altura, cuya zona de distribución mundial se limita a los alcornocales atlánticos marroquíes y a un par de localidades españolas (además de aquí, se encuentra en la campiña sevillana, en el municipio de Paradas).

Thymelaea lythroides: porte y aspecto de la población toledana.

Ramas floridas de Thymelaea lythroides.

La especie se parece morfológicamente a Th. hirsuta, otro arbusto del mismo género distribuido por el litoral mediterráneo que tiene una ecología muy diferente, pues vive en zonas de arenales costeros, matorrales calcáreos y medios en general con alta presencia de sales.

Thymelaea lythroides se caracteriza por tener las hojas planas y lanceoladas, relativamente largas, frente a las hojas más cortas y muy carnosas de Th. hirsuta. Los tallos jóvenes de la primera, además, poseen un denso indumento formado por dos clases de pelos (unos cortos, adpresos -adheridos a la superficie del tallo-, y otros largos, espaciados), mientras que Th. hirsuta solamente cuenta con una clase de pelos (adpresos y cortos).

Tallos y ramas de Thymelaea lythroides son erguidos en las plantas jóvenes, mientras que ambos terminan haciéndose péndulos a medida que crecen (este rasgo lo presentan también otras especies del género). Un aspecto llamativo de la especie se encuentra en las hojas, que presentan un elevado contraste entre el haz, completamente tomentoso, y el envés, totalmente glabro (sin pelos) y brillante.

Hojas nuevas.

El haz de las hojas está cubierto por un denso tomento, mientras que el envés es glabro y brillante.

La especie fue fotografiada al final de su periodo de floración, en el mes de abril.

Aunque la población del Guadyerbas aparentemente cuenta con un elevado número de ejemplares (en la última fotografía se muestra una vista general que puede dar una idea equivocada), lo cierto es que el área que ocupa la especie entre las dos zonas conocidas en España apenas supone un kilómetro cuadrado de extensión, estando amenazada por cualquier modificación que se produzca sobre los usos de los suelos donde crece este arbusto (incremento de la carga ganadera o roturaciones, por citar los dos más probables en la zona).

Las especies acompañantes se presentaron al tratar los matorrales sabulícolas del Guadyerbas.

Hábitat sobre suelos arenosos, con restos de encinares y alcornocales.

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