jueves, 30 de junio de 2011

Un pino arbustivo: Pinus mugo

Aunque nativo de las montañas centroeuropeas y ausente de manera natural de España, Pinus mugo es una especie arbustiva de pino (de 0,5 a 4 metros de altura), de porte extendido o rastrero, que cuenta con algunos ejemplares plantados en el Puerto de Malagón, entre Madrid y Ávila, a unos 1.600 metros de altitud. Parece que en sus montañas de origen alcanza los 2.500 metros.

Pinus mugo, un pino arbustivo.

 A diferencia de otros pinos de montaña, las hojas de P. mugo son verde brillante, no oscuras.

Hojas y piña.

Se trata de una especie de follaje verde claro y brillante, con acículas cortas agrupadas de dos en dos y piñas subsentadas y también brillantes. En ocasiones se incluyen juntas esta especie y el pino negro (Pinus uncinata, un árbol presente de forma natural en Pirineos y algunos puntos del Sistema Ibérico), aunque -aparte del porte- las hojas de este segundo son más oscuras y sus piñas son manifiestamente asimétricas, con unas apófisis ganchudas, curvadas hacia atrás y ombligo excéntrico.

 Piña (todavía verde) brillante de Pinus mugo.

Dos piñas abiertas de Pinus mugo.

En Pinus mugo las piñas son casi sentadas, patentes, más simétricas (aunque algunas presentan ciertas similitudes con las de P. uncinata, sin llegar a desarrollar apófisis tan marcadas) y brillantes; los hemos visto en "flor" (es decir, con los conos masculinos ya formados) en junio.

 Conos masculinos.

Conos femeninos jóvenes y yema invernal.

Otra vista del porte de esta especie.

Como curiosidad, en la misma zona se encuentran varias especies de coníferas plantadas de lo más diverso (píceas, tuyas, alerces, pinsapos, etc.), incluyendo algunas secuoyas gigantes (Sequoiadendron giganteum), cuyo tronco es empleado por el ganado vacuno para rascarse.

Sequoiadendron giganteum

No obstante, la formación dominante es el bosque de pino silvestre (Pinus sylvestris), al que acompañan algunos pinos laricios (Pinus nigra), con piornales de Genista cinerascens, que también en junio (a esta altitud) se encuentran en flor. Esta leguminosa arbustiva es una genista no espinosa, con las hojas sedosas por ambas caras y estandarte peloso por el dorso, que crece sobre suelos ácidos en el Sistema Central, acompañando a pinares, melojares, sabinares e incluso encinares.

 Genista cinerascens

Hábitat: pinares de pino silvestre con Genista cinerascens.

martes, 28 de junio de 2011

Otro dragoncillo: Antirrhinum meonanthum

21/06/2011: Inicio del verano; buscamos por la Sierra de Hoyo de Manzanares al dragoncillo Antirrhinum meonanthum, una herbácea perenne que alcanza casi el metro de altura, endémica del cuadrante noroeste peninsular, menos abundante que su pariente A. graniticum (al menos en Madrid), que se encuentra ahora en flor.

Antirrhinum meonanthum

Se trata de una especie con tallos glandular-pubescentes (como gran parte de la planta), con hojas superiores opuestas e inferiores alternas, de lanceoladas a elípticas. Las flores se agrupan en inflorescencias al final de los tallos y van acompañadas de unas brácteas lanceoladas y agudas. Las flores poseen un pedicelo corto, de menor longitud que la bráctea que las acompaña.

El primer ejemplar visto, entre jarales de Cistus ladanifer y restos de encinares. 

Tallos y hojas.

El cáliz lo conforman unos sépalos lanceolados, agudos y que se recurvan, también cubiertos de pelos glandulosos. La corola mide hasta tres centímetros, de color amarillo pálido con venas purpúreas. Labio superior erecto patente e inferior con una giba característica de la especie, que sobresale entre los sépalos.

Flores de A. meonanthum: destacan los sépalos recurvados y estrechos, así como la giba del labio inferior.

El fruto es una cápsula oblongo-ovoidea, obtusa y coriácea, glandular-pelosa (ver detalle en la fotografía).

Frutos (todavía verdes) en cápsulas, cubiertos de pelos y glándulas.

En la Sierra de Hoyo sigue siendo más frecuente Antirrhinum graniticum, también en flor ahora, que forma rodales de mayor extensión que A. meonanthum; el primero, a diferencia de este segundo, tiene corola blanca, sin giba, brácteas ovadas, sépalos menos estrechos no recurvados y cápsula leñosa y dura (no coriácea).

Rodal de Antirrhinum graniticum.

Solidago virgaurea

A partir de los 1.100 metros de altura, acompañando a los encinares y jarales que crecen entre las rocas graníticas, empieza a aparecer Antirrhinum meonanthum. Seguirá viéndose hasta la cumbre, que ronda los 1.400 metros, donde ahora se acompaña por las propias encinas (Quercus ilex subsp. ballota), melojos (Quercus pyrenaica), algún enebro (Juniperus communis), varas de oro (Solidago virgaurea, que también ahora empiezan a florecer), Leucanthemopsis pallida, berceos (Stipa gigantea), etc.

 Juniperus communis

Hábitat: fisuras entre los granitos, bordes de encinares (en la imagen), etc. Abajo a la derecha, un enebro comparte medio con las propias encinas y otras especies.

sábado, 25 de junio de 2011

Ciervos volantes en el Valle del Lozoya

El pasado 12 de junio tuvimos la oportunidad de ver cómo se reunían dos machos de ciervo volante (Lucanus cervus) sobre un fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) y "asistir" a un combate entre ellos. Ambos ejemplares llegaron volando (de hecho, se hicieron visibles gracias al zumbido que producen en vuelo) y el enfrentamiento, que duró unos segundos, finalizó cuando uno de los ejemplares fue apartado de la rama donde tenía lugar la pelea y lanzado al suelo por su contrincante. Posteriormente llegó volando un tercer macho, que aterrizó en el mismo árbol.

Dos machos de ciervo volante enzarzados sobre una rama de fresno.

 El vencedor a punto de soltar a su oponente.

Lucanus cervus

El hecho tuvo lugar en en el término de Alameda del Valle (Valle del Lozoya, Madrid), localizado a 1.110 metros de altitud, en una fresneda próxima al río. En esta zona el Lozoya se encuentra muy bien conservado, con un bosque de ribera formado por varias especies de árboles y arbustos, trepadoras y plantas acuáticas. Destacan las saucedas que acompañan a fresnos, chopos y temblones, con seis especies de sauces (Salix alba, S. fragilis, S. salviifolia, S. atrocinerea, S. purpurea y S. triandra).

Setos formados por sauces, fresnos y otras caducifolias, cerca del río.

Se adjuntan fotos de un par de especies: la mimbrera (Salix fragilis) y la sarga negra (Salix triandra). El primero es una especie arbórea, parecido a Salix alba, aunque tiene hojas mayores, generalmente glabras, de forma lanceolada u ovado-lanceolada, con base redondeada y glándulas en la unión entre el limbo y el peciolo. Posee estípulas persistentes únicamente en las hojas próximas al final de las ramas grandes (ver fotografía). La mimbrera se caracteriza, asimismo, por ser un árbol de ramas fácilmente quebradizas en los aquellos puntos donde se ramifica.

Salix fragilis 

Estípulas y glándulas cerca del peciolo en Salix fragilis.

En cuanto a Salix triandra, los ejemplares masculinos en flor (que el Valle del Lozoya acontece a principios de mayo) se distinguen bien precisamente por la presencia de tres estambres en cada flor, y en la fase vegetativa, por las hojas oblongo-lanceoladas, con los bordes casi paralelos entre sí y presencia de estípulas en todas las hojas.

Cápsulas a punto de abrirse de Salix triandra.

Salix triandra con frutos abiertos.

Las fotos corresponden a dos pies femeninos, uno a punto de abrir los frutos (cápsulas) y otro con éstos abiertos, dispersando las semillas, que van acompañadas por el característico penacho de pelos de las salicáceas.

Scrophularia lyrata

Otra especie interesante vista en los sotos del río es la escrofularia acuática (Scrophularia lyrata), ahora en flor; se trata de una hierba perenne que alcanza los dos metros de altura, con las hojas inferiores liradas e inflorescencias densas, con brácteas y bractéolas linear-oblongas de margen escarioso.

Volviendo al ciervo volante, resulta sorprendente que siendo una de las más populares especies de coleópteros de Europa, se desconozcan tantas cosas de la misma; en este artículo se hace un repaso a la información disponible de la especie (vida larvaria, adulta, reproducción y problemática actual) y queda patente el misterio que rodea a tantas facetas sobre su biología y estatus poblacional en España.

Hábitat: fresnedas (Fraxinus angustifolia) próximas al río Lozoya.

martes, 21 de junio de 2011

Flora basófila de Hoyo de Manzanares

03/06/2011: Hoyo de Manzanares (Madrid), en las inmediaciones del núcleo urbano. A unos 950 m de altitud. Visita a una zona de flora basófila localizada entre los berrocales graníticos, lo que supone la aparición de especies adaptadas a este nuevo sustrato, único hasta donde sabemos en la Sierra de Hoyo.

Matorrales basófilos con Genista sorpius.

Aquí, bajo los granitos que descienden de la sierra, aparecen diferentes capas de suelos, unas de textura arenosa junto a otras de aspecto arcilloso, así como restos de antiguas canteras, ahora convertidos en pequeños humedales. La alternancia de suelos favorece la mezcla de especies, por lo que junto a las plantas exclusivas de suelos básicos, crecen otras de suelos arenosos.

Así, la vegetación se presenta como un matorral alto, abierto, que aparece junto a una extensión de matitas bajas y ralas que crecen sobre suelos arenosos, y unos pastizales que son aprovechados a diente por el ganado (el día de la visita, un rebaño de cabras pertenecientes a la raza del Guadarrama pastoreaba la zona).

Genista scorpius en fruto.

El arbusto de mayor tamaño que ocupa buena parte del mencionado terreno es la aulaga, Genista scorpius, ahora en fruto. La población de esta aulaga pinchuda sirve de refugio a otras especies de suelos básicos frente al diente del ganado, permitiendo que se desarrollen entre sus ramas o bajo ella, como sucede con los linos (Linum suffruticosum), que asoman sus flores por encima de esta leguminosa.

 Linum suffruticosum en flor, creciendo entre las aulagas.

Helianthemum hirtum

Helianthemum cinereum

Hojas basales de Helianthemum cinereum.

Otras especies que se encuentran en el aulagar son las jaritas Helianthemum cinereum y H. hirtum, ambas en flor. Otros sufrútices bajos, en este caso de la familia de las leguminosas (no presentes únicamente en suelos básicos, sino también en suelos arenosos), son Coronilla minima e Hippocrepis commutata (también en flor, la segunda formando los primeros frutos).

Coronilla minima 

Hippocrepis commutata 

Otras especies únicas o escasas en la zona de Hoyo que pueden verse por los alrededores son Sideritis incana, Echium asperrimum, Convolvulus lineatusReseda phyteuma, Argyrolobium zanonii, Thymus vulgaris o el garbancillo Astragalus cymbaecarpus (identificado provisionalmente así, aunque no se tomó muestra por existir pocos ejemplares).

Astragalus cymbaecarpus, con frutos.

Entre las especies anuales destacables en esta parte de la sierra se encuentra el rompesacos o trigo borde, Aegilops geniculata (también en flor), especie propia de pastizales, barbechos y suelos poco compactos.

Aegilops geminata 

Cabras del Guadarrama

Detalle de esta raza, aprovechando los pastos de la zona.

Algunas especies de la zona granítica y sus arenas de descomposición vistas en flor y abundantes por toda la sierra son la leguminosa Hymenocarpos (Anthyllis) lotoides o Jasione montana.

Hymenocarpos (Anthyllis) lotoides

Encinas y enebros entre berrocales sobre los pastizales de la zona; a la derecha, sauceda, indicadora de la presencia de agua.

Los pequeños humedales que aparecen contribuyen a incrementar el valor natural y paisajístico del área, permitiendo la existencia de retazos de choperas y saucedas, a los que acompañan en las orillas la umbelífera Oenanthe crocata, el nabo del diablo, también en flor, o la orquídea Serapias lingua. Entre los insectos pueden observarse ahora los caballitos del diablo Lestes barbarus, muy frecuentes en los juncales que rodean a estas lagunillas.

 Humedal con sauces y chopos.

Serapias lingua 

 Lestes barbarus

viernes, 17 de junio de 2011

Cytisus decumbens: la escoba tendida


La Cytisus decumbens es una escoba de porte rastrero que crece en centroeuropa y alcanza algunas localidades españolas del centro y norte peninsulares.

Se trata prácticamente -también C. lotoides es rastrera, aunque alcanza un mayor tamaño- de la única especie del género Cytisus (leguminosas arbustivas de cáliz bilabiado, con ambos labios de similar longitud, teniendo el superior dos pequeños dientes por tres del inferior) con este porte, que apenas levanta unos centímetros del suelo (hasta 20 cm de alto según la bibliografía, si bien los ejemplares observados no alcanzaban ni los diez centímetros). Posee capacidad de enraizar a partir de los nudos en contacto con el suelo.

Cytisus decumbens: detalle de ramilla con hojas y flores.

Tiene hojas casi sin peciolo, simples, obovadas o espatuladas y cubiertas por pelos largos por ambas caras; son alternas o se reunen en pequeños haces.

Las flores, de color amarillo, son geminadas (aparecen por parejas) o solitarias, apareciendo en las axilas de las hojas, con un largo pedicelo que posee tres bracteolas. El cáliz, como se ha indicado para el género, es bilabiado y también hirsuto, como casi toda la planta. Fruto en legumbre, de unos tres centímetros de longitud, muy pelosas.

 A finales de mayo se forman los primeros frutos.

Legumbres cubiertas de pelos de Cytisus decumbens.

Aunque rara de ver, las mejores poblaciones se encuentran en la Sierra de Cameros (en Soria y La Rioja); aparte, puede encontrarse siempre muy escasa y localizada (merecería más atención desde el punto de vista conservacionista) en Segovia (en cortados calizos próximos a las Hoces del Duratón) y en algunas parameras de Burgos. Su rango altitudinal oscila entre los 980-1.800 metros. Indiferente edáfica, crece en suelos tanto silíceos como calizos.

Las fotos de la especie fueron realizadas en la población segoviana, precisamente a la menor altura en que puede encontrarse (980 metros); se encontraba en unas hoces de naturaleza calcárea, dentro de un quejigar (Quercus faginea) casi intransitable, acompañada por Cistus laurifolius, Lonicera etrusca, guillomos (Amelanchier ovalis), cornejos (Cornus sanguinea), Sideritis hirsuta, endrinos, Rhamnus saxatilis, etc. Mencionar a otra leguminosa arbustiva de interés que crece cerca, el espantalobos (Colutea brevialata), también en flor en el momento de hacer la visita (finales de mayo).

Colutea brevialata en flor durante mayo.

Por último, la otra localidad donde aparece son los páramos de Villalta, en la provincia de Burgos, a casi 1.100 metros de altitud. En este caso, la vegetación la componen brezales (con brecinas, Calluna vulgaris) y enebrales (Juniperus communis) junto con varias matillas de bajo porte que se adaptan a las duras condiciones del entorno (bajas temperaturas, fuertes vientos o falta de agua), adquiriendo un porte más o menos semiesférico o pegándose al suelo, como hacen Genista hispanica, Coronilla minima, Spiraea hypericifolia subsp. obovata, etc.

Hábitat: pedreras y herbazales en los páramos burgaleses, con enebros y peonías, en este caso.

Se adjunta foto de este último hábitat, en el que destacan las peonías (Paeonia officinalis), con sus espectaculares flores a finales de mayo.

Paeonia officinalis