miércoles, 31 de agosto de 2011

Dos insectos en el carrizal

Un par de insectos vistos en el carrizal de la playa de Galizano (Cantabria).

Detenida sobre un malvavisco (Althaea officinalis), una esfinge abejorro (Hemaris fuciformis), una polilla diurna cuyas larvas se alimentan de madreselvas y otras caprifoliáceas. Parte de sus alas carecen de escamas, lo que deja a éstas parcialmente desnudas.

Hemaris fuciformis

Entre los carrizos un macho de la libélula Crocothemis erythraea, una especie bien distribuida por toda la Península Ibérica, propia de aguas estancadas o remansadas. Poseen la base de las alas coloreada de amarillo y un abdomen de base ancha que se estrecha paulatinamente hacia el final.

 Crocothemis erythraea

Hábitat: carrizales (Phragmites australis) con Althaea officinalis.

martes, 30 de agosto de 2011

La campiña gaditana en verano

Antes de que llegue el agostamiento definitivo de hierbas y campos a la campiña andaluza, aprovechamos para visitar a mediados de julio las proximidades de Jerez (Cádiz), pues, pese a que ya se nota el efecto del verano sobre la vegetación, ahora aprovechan para florecer algunas especies.

Alcachoferas silvestres en flor en un olivar.

Alcachofera silvestre (Cynara cardunculus).

Se alternan las parcelas con cultivos herbáceos y olivares sobre lomas de poca pendiente; presencia de afloramientos margo-calizos y depósitos aluviales, a una altitud media de unos 50 msnm. Entre las parcelas sobreviven algunos pies de algarrobos (Ceratonia siliqua), acebuches, lentiscos (Pistacia lentiscus) o palmitos (Chamaerops humilis), que a veces forman interesantes setos lineales con más arbustos (Rhamnus oleoides, entre otros).

 Algarrobo y lentiscos.

Palmitos y lentiscos formando setos.

En flor se encuentran algunas plantas ruderales y viarias (las que crecen a la vera de los caminos), como la alcachofera silvestre (Cynara cardunculus) y el gordolobo (Verbascum sinuatum).

Verbascum sinuatum

En julio también florece el tomillo aceitunero

Detalle de la floración de Thymbra capitata.

Junto con cultivos y caminos rurales aparecen zonas en las que sobrevive un matorral bajo, formado por palmitos y diversas labiadas, como tomillos aceituneros (Thymbra capitata), también en plena floración y muy visitados por las abejas, marrubios (Marrubium vulgare), matagallos (Phlomis purpurea) y la herbácea Nepeta tuberosa, de cuyas inflorescencias, ahora prácticamente secas, penden las corolas azuladas de las últimas flores.

 Nepeta tuberosa

Hábitat: olivares y caminos rurales con restos de vegetación espontánea.

jueves, 25 de agosto de 2011

Algunas plantas del carrizal norteño

El carrizal, una formación vegetal muy extendida por nuestro país, ocupa un lugar intermedio entre los ecosistemas acuáticos y los terrestres, creciendo tanto en aguas estancadas como en cursos de aguas lentas, tanto en aguas dulces como soportando cierto grado de salinidad; por ese carácter de ecotono nos gusta, y vamos a presentar algunas de las especies que hemos visto en agosto prosperando tanto en su interior como en sus proximidades. Fotografías realizadas al nivel del mar (o unos pocos metros por encima) en la playa de Galizano (Cantabria).

Vista genérica del carrizal; el carrizo empieza a florecer en verano.

En las aguas del río, próximo a la orilla, encontramos al llantén de agua (Alisma plantago-aquatica), un hidrófito (es decir, una especie acuática cuyos órganos de renuevo se encuentran sumergidos bajo el agua); tiene hojas ovadas con la base cordada y frutos en aquenios.

Alisma plantago-aquatica

Los carrizos (Phragmites australis) se hacen dominantes en gran parte del terreno, especialmente donde las aguas se detienen y forman masas, pero también se meten en el río, compartiendo espacio con otras hierbas altas como las espadañas (Typha latifolia). Entre los carrizos se encuentra la hierba de la celada (Scutellaria galericulata), una labiada trepadora que ahora está en flor, de corola azulada.

 Scutellaria galericulata

En los terrenos más estabilizados (con algo más de suelo), encontramos una buena población de malvaviscos (Althaea officinalis), una malvácea perenne que alcanza cierta altura, también florecida.

 Althaea officinalis: hojas y flores.

 Detalle de la inflorescencia de A. officinalis.

Por fin, más hacia el exterior, con los suelos ya consolidados aunque expuestos a la acción de las crecidas o inundaciones, aparecen las primeras formaciones arboladas: los alisos hacen acto de presencia, acompañados de sauces (Salix atrocinerea); en el interior umbroso de la aliseda se encuentra la onagrácea Circaea lutetiana, una curiosa especie cuyas flores se caracterizan por tener dos pétalos, dos sépalos y dos estambres.

Circaea lutetiana

lunes, 22 de agosto de 2011

Los serbales enanos de Pirineos

Por el Posets-Maladeta (Valle de Benasque, Huesca), en julio, para fotografiar a los serbales arbustivos que crecen en el límite del bosque. El serbal Sorbus chamaemespilus es, efectivamente, un arbusto de tallos tendidos o ascendentes que puede alcanzar los dos metros de altura y que crece en la alta montaña pirenaica, sobre todo tipo de suelos; en este caso, sobre los granitos de este valle glaciar, acompañando a pinos negros (Pinus uncinata) y rododendros, a partir de 1.900 metros de altitud.

Sorbus chamaemespilus

De los mostajos (Sorbus aria, que también aparecen por aquí), además de por el porte, se distinguen bien por tener flores con pétalos rojizos (S. aria los tiene blancos) y hojas lampiñas por el envés. Éstas son de forma ovada, de color verde brillante, con borde serrulado y aspecto coriáceo

 Porte de Sorbus chamaemespilus.

Floración a principios de julio.

A principios de julio todavía se pueden encontrar algunos ejemplares en flor; los que hemos visto a mediados de mes ya tenían formados los frutos.

Hojas y frutos verdes del serbal enano.

Además de Sorbus chamaemespilus, aquí se encuentra otro serbal arbustivo de este género: se trata de Sorbus sudetica (el serbal de los Sudetes, literalmente), una especie originada, al parecer, por hibridación entre Sorbus aria y S. chamaemespilus, que conserva caracteres intermedios entre ambas especies.

Sorbus sudetica

Del serbal enano se diferenciaría por tener los pétalos rosados en lugar de rojizos y por tener el envés tomentoso, mientras que del mostajo lo haría por su porte arbustivo, el color de sus pétalos y tener menos nervios (menos de ocho por lo general, frente a los 14 que puede tener S. aria). El ejemplar que aparece en la fotografía, que no tenía flores, se asigna a esta especie, precisamente, por el porte y el bajo número de nervios que presentaban sus hojas, aunque una identificación más segura solamente puede hacerse con ejemplares en flor.

Sorbus aria

Para mostrar la diferente nerviación de estas dos últimas especies, también se adjunta la foto de un ejemplar de Sorbus aria encontrado a pocos metros (tampoco estaba en flor, como puede verse), en el que, además del ramaje leñoso característico de una especie de mayor porte, se pueden contar muchos más nervios en las hojas.

 Hábitat: matorrales en los bosques de pino negro pirenaicos.

Detalle de ramas y piñas de Pinus uncinata.


viernes, 19 de agosto de 2011

El sauzgatillo (Vitex agnus-castus) en flor

A mediados de julio nos topamos con una interesante población de sauzgatillos (Vitex agnus-castus) entre Algeciras y Los Barrios (Cádiz), en el mismo borde del Parque Natural de Los Alcornocales (a menos de 30 metros de altitud), en las proximidades del río Palmones; ahora se encuentran en flor y, aunque las mejores masas se encuentran inaccesibles por quedar dentro de fincas particulares, algunos arbolitos quedan cerca de la carretera y se "dejan" fotografiar.

Vitex agnus-castus

El sauzgatillo es un arbusto alto, de hasta cinco metros de altura, bien conocido por ser empleado en jardinería y asilvestrarse con cierta facilidad. De hecho, aunque tiene preferencia por la cornisa mediterránea (desde Gerona  hasta Cádiz, Baleares incluidas) y rehuye los climas fríos del interior peninsular, en Jaén o Madrid hemos visto algunos pies escapados, de baja altura, en las cunetas de las carreteras.

Hojas y espigas de sauzgatillo

Detalle de las flores.

Sus hojas, opuestas y con cinco folíolos lanceolados (de borde liso por lo general), así como las largas espigas que emite durante el periodo de floración, serían sus señas de identidad más representativas. Aunque en este caso las flores son violetas, hemos visto ejemplares cultivados con flores blancas en la vecina Casares (Málaga).

 Porte de Vitex agnus-castus.

Hábitat: cuenca del río Palmones, junto a salicarias (en la foto), fresnos y otras especies del bosque galería.

Le acompañan fresnos, cañotas y otras especies ribereñas, entre las que ahora destaca la salicaria (Lythrum salicaria), ahora también en flor.

Lythrum salicaria

jueves, 18 de agosto de 2011

Una garbancillera en Benasque (Ononis rotundifolia)

Aunque no exclusiva de Pirineos, pues se trata de una especie distribuida por la mitad oriental peninsular (alcanzando Sierra Nevada y Almería por el sur y algunas localidades castellano-leonesas hacia occidente), lo cierto es que Ononis rotundifolia , una matilla de cepa leñosa de algo más de medio metro de altura, es más fácil de encontrar en algunas localidades pirenaicas y prepirenaicas que en el resto de su área de distribución (la hemos buscado sin éxito en el este de la Comunidad de Madrid, donde es rarísima).

Ononis rotundifolia

Se trata de una garbancillera con largas inflorescencias axilares, con 1-3 flores de color rosado o blanquecino, y frutos subcilíndricos, colgantes, de 3,5 cm. Planta pegajosa al tacto, tiene tanto los cálices como los frutos cubiertos de pelos no glandulíferos.

 Hojas trifoliadas, con el foliolo terminal separado de los otros dos por un peciólulo.

 Últimas flores; se aprecian los cálices cubiertos de pelos.

Frutos colgantes.

También son características las hojas de la especie: todas son trifoliadas, con los folíolos elípticos u orbiculares y el terminal peciolulado.

Porte de Ononis rotundifolia.

Fotografiada en el Valle de Benasque (Huesca) a principios de julio, cuando ya quedaban pocas flores (y las que quedaban estaban en un estado regular). En la zona empieza a verse a partir de los 1.400 metros de altitud, sobre suelos básicos.

Una de las especies acompañantes en los bosques mixtos: el olmo de montaña (Ulmus glabra). 

Hábitat: bordes de bosque, caminos, taludes, etc., en bosques submediterráneos o atlánticos, como el de la fotografía, con abedules, bojes, etc.

Aunque puede acompañar a diferentes tipos de bosques, aquí la hemos visto junto a quejigos y bosques atlánticos mixtos, con abedules (Betula pendula), avellanos, olmos de montaña, bojes, etc.

Ramas con flores (y algún fruto verde) de la belladona.

Entre las especies curiosas que se encuentran, asimismo, en los caminos y huecos del bosque, cabe destacar a la belladona (Atropa belladonna), una solanácea que puede superar la altura de un hombre, ahora en flor.

Detalle de las flores de Atropa belladonna.

miércoles, 17 de agosto de 2011

La gayuba negra (Arctostaphylos alpinus)

Se trata de un arbusto de distribución boreoalpina, de porte tendido, con tallos de hasta 60 cm, con muy pocas poblaciones en España, todas ellas en Pirineos (Lérida, Huesca y Navarra). Las fotos se realizaron a mediados de agosto en el macizo kárstico de Larra, en Navarra, a casi 1.700 metros de altitud.

Arctostaphylos alpinus

Este arbusto se diferencia de la muy extendida gayuba (Arctostaphylos uva-ursi) por tener las hojas más alargadas, de forma elíptica-lanceolada, borde con pequeños dientes, ciliadas cuando son jóvenes y de consistencia herbácea (son caducas y las planta las pierde en otoño, tras adquirir una tonalidad rojiza); en A. uva-ursi, como es conocido, las hojas son más pequeñas, enteras y coriáceas. Las hojas son, además, de un tono más brillante que en A. uva-ursi.

En agosto, como se muestra en las fotografías, ya tienen los frutos de color negro, otra de las diferencias con su pariente, que los tiene rojos.

Las hojas de la gayuba negra son alargadas -casi lanceoladas-, caducas, y sus frutos de color negro.

En Larra crece en ambiente de pino negro (Pinus uncinata), acompañada del sauce enano Salix pyrenaica, pudios (Rhamnus alpina), arándanos, mostajos (Sorbus aria), hayas, etc.

Porte rastrero de A. alpinus (a la izquierda), acompañada de Dryas octopetala (a la derecha).

Dryas octopetala

Una de las especies más interesantes que la acompaña es la rosácea Dryas octopetala, una matilla con hojas de margen crenado que se agrupan en la base del tallo, que en estas fechas se encuentra ya fructificada (los frutos son unos aquenios con una larga arista plumosa); se trata de otra especie boreoalpina también limitada al pirineo en nuestro país.

Hábitat: karst de Larra, con pinos negros (Pinus uncinata).

Agradecimientos: a Mikel Lorda, autor de la imprescindible Flora del Pirineo Navarro, quien me indicó amablemente cómo acceder a las poblaciones navarras de gayuba negra. Un saludo, Mikel.