viernes, 24 de agosto de 2018

Germinación de las semillas de Ephedra distachya

A comienzos de agosto recogimos algunos "frutos" de la efedra, belcho o uva de mar (Ephedra distachya); las efedras pertenecen a las gimnospermas, por lo que en realidad se trata de unos falsos frutos (sincarpo) con aspecto de baya (son globosos, carnosos y de color rojo), formados por 3-4 pares de brácteas imbricadas que contienen un par de semillas en su interior.

Sembramos varias semillas y... sorpresa: apenas doce días después las nuevas efedras han germinado. Sin tratamientos ni esperas por medio.

Detalle de una de las semillas germinadas de Ephedra distachya.

Las dos nuevas hojuelas (cotiledones) de otra semilla recién germinada. Al ser una especie acostumbrada a medrar en medios muy secos, espero que manteniendo el sustrato con humedad y proporcionando sombra en las horas de mayor insolación del día, superen el verano.

Ephedra distachya es un arbusto dioico (hay pies masculinos y otros femeninos) que puede alcanzar el metro de altura, si bien es frecuente que adopte un porte postrado, tendido o reptante, a veces con aspecto un tanto enmarañado, como en la imagen.

En España se distribuye por la mitad este peninsular y la cuenca del Duero, creciendo sobre arenales, terrenos yesosos, margosos o calizos desde el nivel del mar hasta los 1.200 m de altitud. En la imagen, su hábitat en la Devesa del Saler (Valencia), donde le acompañan Alkanna tinctoria, albaidas, lentiscos, etc.

Aspecto de un ejemplar de la anterior población a mediados de mayo, donde se aprecian sus tallos de color verde brillante, no desarticulables, entrenudos de 3-4 cm y algunas hojas viejas de color ceniciento (en la ramita tendida).

miércoles, 22 de agosto de 2018

Eslizón tridáctilo


Este año hemos vuelto a Costa da Morte en julio y la estrella herpetológica ha sido el eslizón tridáctilo (Chalcides striatus), que el año pasado se había resistido (habíamos visto alguno de refilón): nos hemos cruzado con media docena de ejemplares e incluso hemos podido fotografiar a este ejemplar, que aquí estaba medio escondido entre la vegetación que crece próxima a la costa.

Detalle de la cabeza y pata delantera, donde se aprecian los tres dedos que dan nombre (vulgar) a la especie. A continuación mostramos unas fotos de algunos de los hábitats que ocupa la especie en este tramo del litoral gallego.

Herbazales halófilos con matas de Iberis procumbens en flor.

Iberis procumbens

Matorrales de siemprevivas (Helichrysum picardii) y otras especies propias de las dunas estabilizadas.

Arenales costeros próximos a la laguna de Baldaio.

lunes, 20 de agosto de 2018

El serbal de los Sudetes (Sorbus sudetica) en Larra


Recorrido a principios de agosto por el karst de Larra (Navarra). Nos encontramos en la gran planicie caliza que se encuentra entre los 1.400-2.500 m de altitud, aunque nosotros nos moveremos entre los 1.600 y los 1.800 m, donde encontramos algunos serbales de los Sudetes (Sorbus sudetica).

El roquedo calizo ocupa 120 kilómetros cuadrados y ha sido excavado por el agua y el hielo, contando con todas las formas típicas del modelado kárstico. Además de los bosques de pino negro (Pinus uncinata), destaca la presencia de matorrales y pastos herbáceos que son aprovechados a diente por el ganado ovino mayoritariamente.

Vamos a presentar a algunas de las especies que crecen en esta mole caliza, donde, parodójicamente, no abunda el agua en superficie (pese a que las precipitaciones pueden llegar a los 2.500 mm anuales).

Bupleurum angulosum

Varios sauces rastreros, junto con otras especies, crecen profusamente entre las grietas calizas, contribuyendo a la formación de suelo entre el roquedo.

Inflorescencias femeninas de Salix pirenaica.

Hypericum nummularium

Rhamnus pumila

Las cabras también están presentes.

Vistas generales de los pinos negros entre la gran planicie calcárea.

Las grandes simas están muy presentes en la zona: algunas de ellas superan los 1.300 m de profundidad, contando en su interior con galerías y ríos subterráneos.

Campanula cochlearifolia


Ganado ovino.

En la base de este lapiaz encontramos al primer Sorbus sudetica.

Detalle de las hojas de Sorbus sudetica, donde se aprecia el envés cubierto de tomento.

Hábitat general de la especie, entre los 1.600-1.700 m de altitud, una cota relativamente baja para lo que se supone que es un arbusto de alta montaña.

Senecio pyrenaicus

Sideritis hyssopifolia

Rhamnus alpina creciendo sobre una glera.

Entre la maleza destaca la inflorescencia de Stachys alopecuros.

Valeriana montana

Rosa pendulina, un rosal de alta montaña.

Thymelaea dioica

Potentilla alchemilloides

Matorrales cundidores de Genista hispanica subsp. occidentalis.

Detalle de los frutos, hojas y espinas de Genista hispanica subsp. occidentalis.

Una parada en el camino.

Aquí encontramos otro ejemplar de serbal de los Sudetes, en este caso sobre unas rocas que se elevan al borde de un hayedo.

Vista del anterior ejemplar con las hayas y los pinos al fondo. A partir de los 1.700 m de altitud los hayedos (y hayedos-abetales) crecen en las hondonadas del roquedo, en las zonas más resguardadas, mientras que los pinos negros se elevan ocupando las partes más ásperas y rocosas.

Sorbus sudetica: detalle de los frutos en agosto. Todavía les faltan varias semanas para coger color.

Descendemos y terminamos en el río Belagua, con una vista de los magníficos ríos pirenaicos y sus saucedas y bosques mixtos asociados.
 

sábado, 18 de agosto de 2018

Orugas de macaón en el hinojo


La semana pasada descubrí con sorpresa tres orugas de macaón (Papilio machaon) en el hinojo (Foeniculum vulgare) que hay plantado en el jardín, una de sus plantas nutricias típicas: no he visto a los adultos volando por aquí, pero han debido acercarse un momento para realizar la puesta e irse.

Las orugas han ido desapareciendo de una en una, hasta el punto de que ayer mismo no quedaba ninguna. No sé si han sido presa de algún mirlo o es que se han retirado a pupar a un sitio más discreto.

Por lo que parece en el excelente reportaje de Pablo Portillo, las orugas podrían haber formado la crisálida en el mismo hinojo sin problemas. Muy recomendable la lectura de este enlace para conocer con detalle el ciclo completo de la macaón.

Esta mañana, sin embargo, he descubierto una cuarta oruguita, en este caso más joven que las tres anteriores, que no sé si conseguirá cumplir el ciclo y metamorfosearse en imago o desaparecer como sus predecesoras. Veremos. Que haya suerte.
 

lunes, 13 de agosto de 2018

Costa Norte coruñesa hasta Estaca de Bares


Un paseo al norte del norte, entre Cedeira y la Estaca de Bares, en La Coruña. Mostramos algunas especies notables o características de este tramo de litoral caracterizado por la variedad geológica (junto a rocas metamórficas y granitos aparecen algunas básicas en las inmediaciones de Cabo Ortegal e incluso en determinados enclaves rocas ultrabásicas -peridotitas serpentinizadas-) y unos paisajes excepcionales. Estamos a comienzos de julio.

Ganado equino que aprovecha a diente pastos herbáceos, brezos y tojos.

Tuberaria globulariifolia

Hypericum undulatum

Helichrysum petiolare, una especie naturalizada que aparece esporádicamente.


Angelica pachycarpa

Lotus corniculatus con frutos y alguna flor dispersa.

Los llamativos frutos de Angelica pachycarpa.

Una especie endémica y amenazada: Centaurea borjae, que no vimos en flor. Solamente vive en los acantilados de Serra Capelada y Cabo Prior. Se trata de una centaurea perenne y casi acaule, como se muestra en la foto.

Aquí encontramos los acantilados más altos de Europa, de más de 600 m de altura, concretamente entre Cedeira y Cariño.

Cirsium vulgare con la flor ya pasada, un cardo que abunda en los caminos y cerca de parcelas cultivadas.

Euphorbia hyberna en Cabo Ortegal, una lechetrezna de frutos redondeados cubiertos de tubérculos.

Thymus longicaulis, un tomillo presente en suelos ultrabásicos.

Detalle de las flores de Thymus longicaulis.

Erica mackaiana

Setos próximos a Cabo Ortegal con la escoba Cytisus commutatus (los ejemplares de la zona se denominaron Cytisus ingramii), que alcanza los dos metros de altura.

Hemos llegado a ver la última flor en uno de los arbustos de Cytisus commutatus: es verdaderamente raro, pues la especie florece entre abril y mayo y nos encontramos en julio. Un golpe de suerte en un año fresco y lluvioso como este, supongo.

Detalle de la flor: el estandarte es más pálido que el resto de los pétalos. Los pulgones en el pedúnculo, a lo suyo. Se trata de una especie presente en el norte de Galicia (Coruña y Lugo) y algunos puntos del litoral cantábrico, hasta el País Vasco: un arbusto endémico del norte de España.

Detalle de las legumbres cubiertas de pelo de Cytisus commutatus.

Rumex scutatus subsp. gallaecicus, una especie rara.

Allium ericetorum

Una viborera vivaz, Echium rosulatum, de cuya roseta de hojas salen varios tallos floridos.

Vegetación de acantilado e islotes en Cabo Ortegal.

Vista de Os Tres Aguillóns. Interesantes consideraciones sobre la antigüedad de estas rocas en el siguiente enlace de Naturaleza Cantábrica.

Una de las razas de zanahoria silvestre (Dacus carota subsp. gummifer).

En el extremo norte de nuestro país: la Estaca de Bares.

Matorrales de acantilado con Inula crithmoides y Armeria pubigera entre otras especies.

Aquí finaliza el Atlántico y comienza el Cantábrico.

Matricaria maritima

Playa de cantos bajo los acantilados.

Coleostephus myconis

Atriplex prostrata

Un endemismo amenazado de la costa norte coruñesa: Linaria polygalifolia subsp. aguillonensis.

Terminamos con un especie de los prados próximos a estaca de Bares, la veza Vicia angustifolia.