jueves, 6 de febrero de 2014

Sigue el invierno



Hace unos días paramos en el Valle medio del Lozoya, a unos 1.000 m de altitud, donde apenas si pudimos disparar cuatro fotos, en un día muy frío y desapacible, como suele decirse.

Es una zona ocupada principalmente por rocas metamórficas de reacción ácida, donde coinciden los encinares y enebrales con los bosques de hoja caduca (fresnedas) y las primeras especies marcescentes (los melojos); como curiosidad, también aparece un sabinar de sabina albar (Juniperus thurifera, que no aparece en la foto, por cierto), que si en buena parte de su área de distribución española parece preferir los suelos básicos, aquí medra sin problemas. Los arbustos que dominan en la parte baja de la foto son genistas (Genista cinerascens y G. florida), que aquí tienen buenas poblaciones.

En fin, un recordatorio de que aunque los días crecen y haya ganas de salir al campo, todavía queda invierno.

Entre las especies rupícolas encontramos al helecho Asplenium septentrionale, al que Alberto Gil dedicó una interesantísima entrada hace unos días, en el siguiente enlace (también se recomienda clicar en el enlace que figura dentro del texto enlazado).

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