jueves, 14 de diciembre de 2017

Dos madreselvas muy parecidas (Lonicera biflora & L. japonica)


La madreselva Lonicera biflora (en la fotografía superior) es un arbusto trepador de tallos volubles que puede alcanzar los cinco metros: hoy traemos una selección de fotografías suyas y aprovecharemos para presentar a una segunda especie muy parecida, Lonicera japonica.

Comenzamos a principios de año: aunque Lonicera biflora es un arbusto caducifolio, en la costa granadina durante el mes de enero todavía pueden verse hojas en las ramas.

Aquí vemos el tamaño que puede alcanzar esta especie, que crece al amparo de la vegetación ribereña y en marjales, ascendiendo por los árboles riparios sin ningún problema.

Se trata de una especie friolera y de distribución estrictamente mediterránea: en nuestro país solamente la podremos encontrar en el litoral que va desde Tarragona hasta Málaga, desde el nivel del mar hasta los 200 m de altitud. En general no resulta abundante.

Los frutos maduran a partir de octubre: inicialmente son azulados y cubiertos por una capa de pruina, oscureciéndose paulatinamente si permanecen más tiempo en la planta. En la imagen, últimos frutos en enero.

Detalle de los anteriores frutos de Lonicera biflora.

Vistas de una sauceda con fresnos, tarays y cañotas, uno de los hábitats donde crece Lonicera biflora.

De Granada pasamos a Málaga y del invierno al verano, a la desembocadura del Guadalhorce, donde crece entre bloques de piedra, también cerca del agua. En esta localidad, por cierto, no está claro si su origen es natural o se trata de una especie asilvestrada (procedente de plantas ornamentales).

Al carecer de árboles sobre los que ascender la especie crece ocupando los terrenos adyacentes, formando estas marañas.

En agosto llegamos a ver las últimas flores; los primeros frutos ya se están formando.

La especie recibe el nombre específico de "biflora" por presentarlas geminadas (en parejas) en los extremos finales de las ramas.

El color de las flores oscila entre el blanco o el blanco-amarillento (nada más abrirse) y el amarillo intenso que adquieren con el tiempo.

Una foto para el recuerdo: mi primera Lonicera biflora, en las riberas del Delta del Ebro (Tarragona), hace un rato (¡en el año 2000!), a mediados de octubre: se aprecia perfectamente el tono azulado de los frutos que comentaba antes.

Y esta es la otra madreselva: Lonicera japonica; en la fotografía un ejemplar con frutos maduros en noviembre.

Se trata de una especie alóctona (procedente del este de Asia) que se asilvestra con mucha facilidad, ascendiendo hasta los 1.500 m de altitud (recordemos que L. biflora apenas alcanzaba los 200 m). Es importante saber que es una especie con un carácter claramente invasor, por lo que habría que vigilar dónde se planta.

Esta otra foto muestra un ejemplar (¿plantado/asilvestrado?) en el Parque Regional del Sureste, en Madrid, también de este otoño, curiosamente sin ningún fruto (parece ser que las aves son grandes consumidoras/dispersoras de los mismos).

En esta imagen mostramos una hoja "tipo" (es una forma de hablar) de ambas madreselvas: a la derecha la de Lonicera japonica (algo más puntiaguda) y a la izquierda la de L. biflora (más ancha, tipo delta). Reconozco que es una foto un tanto tramposa, porque, en realidad, no es tan fácil: hay hojas de L. japonica que se ajustarían al tipo asignado a L. biflora y viceversa...

... así que hay que buscar otros detalles diferenciadores: fijémonos en el envés de una hoja adulta de Lonicera japonica. Son predominantemente glabras (o glabrescentes), puesto que únicamente presentan algunos pelos sueltos a lo largo de los nervios y en el margen.

En cambio, el envés de Lonicera biflora está cubierto completamente de pequeños pelos que le otorgan un aspecto general blanquecino a la especie.

Para apreciar la pilosidad en el envés de la hoja es necesario disponer de una lupa de campo de al menos 25 aumentos. En este caso vemos un ejemplar de Lonicera japonica con las hojas amarillas en pleno invierno.

Una segunda característica que nos puede ayudar a distinguir a ambas madreselvas es el tipo de semilla que poseen: mientras que las bayas de Lonicera japonica poseen entre cinco y diez semillas por fruto y son de color negro (en la imagen)...

... las de Lonicera biflora tienen solamente tres o cuatro semillas (por fruto) y son de color dorado o pardo amarillento.

Y no germinan mal: este es el aspecto de unos brotes de Lonicera biflora, uno de los cuales muestra en un extremo del cotiledón la cubierta de la semilla.
 

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