domingo, 13 de diciembre de 2020

Algunos rosales silvestres norteños

Para completar la visión de los rosales silvestres que aparecieron en dos entradas anteriores, vamos a mostrar algunas especies ibéricas que viven más al norte de la Comunidad de Madrid, alguna de los cuales no habían aparecido hasta ahora en el blog. Empenzamos por Rosa pimpinellifolia, una especie habitante de las parameras del Sistema Ibérico (y otras sierras de las mitades norte y este), que en esta ocasión (noviembre) ya ha perdido la hoja: pueden apreciarse sus numerosos acúleos, rectos y cubriendo el tallo, así como sus frutos oscuros con los sépalos erectos y persistentes.

 
Hábitat de Rosa pimpinellifolia en un encinar soriano.


Alcanzamos el prepirineo para presentar a Rosa elliptica, de la que ya dimos más detalles en esta entrada. En Peña Oroel (Huesca) convive con erizones (Echinospartum horridum), griñoleras, guillomos, bojes, otras especies de rosales, etc.

Más al norte todavía, encontramos a Rosa tomentosa, un rosal cuyos folíolos están cubiertos por un denso tomento por ambas caras (más denso por el envés, donde además presenta glándulas amarillentas) y sépalos con abundantes lóbulos marginales, como se aprecia parcialmente por debajo de los pétalos de esta flor.

Aspecto de los frutos de Rosa tomentosa al comienzo del otoño, en los que destacan los sépalos erectos y persistentes en el fruto, así como la presencia de glándulas sobre el mismo. El pedicelo también es glanduloso y de mayor longitud que el fruto.

Junto al anterior rosal vimos esta otra especie, muy parecida: Rosa villosa, que además florece al mismo tiempo.

A diferencia de Rosa tomentosa, los sépalos de R. villosa son enteros, como muestra la flor de la derecha, sin pétalos.

Valle de Pineta, donde habitan y fotografiamos a estos dos arbustos en flor durante el mes de julio.

Esencialmente norteña es la distribución de Rosa stylosa en nuestro país (aunque también se cita en Sierra Nevada). Es un rosal parecido a R. canina pero con el disco estilar llamativamente cónico  y los estilos largos, reunidos en una columna (que puede ser glabra o pelosa)

Hábitat de Rosa stylosa en el borde de un abetal pirenaico.

Aspecto en agosto de otra especie norteña que convive con la anterior, Rosa dumalis, de la que también mostramos los frutos otoñales hace unos días.

Rosa dumalis vive en los sistemas montañosos de la mitad norte peninsular, pero resulta más frecuente en los Pirineos, como por ejemplo en el Valle de Hecho (Huesca), donde la fotografiamos junto a R. stylosa.

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