jueves, 21 de marzo de 2024

Bushveld: la sabana, generalidades (2/2)

La erosión de los granitos del Kruger (la roca más antigua del Parque Nacional) ha dado lugar a un paisaje de planicies salpicado de colinas, valles, cursos de agua y afloramientos rocosos. La combinación de los factores climáticos con el tipo de suelo y el relieve configura los diferentes tipos de hábitats y sus correspondientes unidades de vegetación: a ellos dedicamos esta entrada.

Además, aprovecharemos para presentar los tipos funcionales de sabana, que explican, de manera general, la distribución de los tipos de plantas (y su fauna asociada) en este bioma.

El granito domina en la mitad occidental del Kruger, más húmeda que el resto, y nos sirve para describir dichos tipos funcionales: la erosión de las colinas graníticas ha dado lugar a profundos suelos arenosos en los que el agua se infiltra rápidamente, arrastrando los minerales a su paso. Como resultado, los árboles necesitan absorber grandes cantidades de agua para obtener suficientes nutrientes; para eliminar el exceso de agua, estas especies presentan grandes hojas (de media 3,5x6,5 cm).

Especies pertenecientes a los géneros Combretum y Colophospermum (este último en la mitad norte), entre otros, constituyen el primer tipo funcional de sabana, caracterizada por localizarse en las zonas más lluviosas y con suelos arenosos profundos, muy pobres, y árboles de hoja ancha.

Esta clase de hojas resultan muy atractivas para los insectos, que las buscan ávidamente: para defenderse de éstos, los árboles acumulan en ellas taninos (y otros compuestos químicos indeseables para sus consumidores), de forma que, finalmente, sus hojas también resultan poco palatables para los mamíferos ramoneadores.

El agua desciende a los valles a través de las líneas de filtración: en ocasiones, al encontrarse con una zona rocosa cerca de la superficie, puede llegar a surgir y acumularse, al menos durante determinadas épocas del año, encharcando dichos terrenos. Aquí crecen otras especies de hoja ancha, como las Terminalia sericea de la imagen. A las combretáceas (géneros Combretum y Terminalia) les dedicaremos una próxima entrada.

Ejemplo de sabana mixta, con mezcla de especies de hoja ancha y hoja finamente dividida: esta formación es dominante en el sur del Parque Nacional.

Los pastos de las sabanas de árboles de hoja ancha se conocen como sour-veld: poseen un contenido en proteína bajo (menos del 1%, y, en la estación seca, por debajo del 0,5%), son fibrosos y presentan contenidos altos en taninos por localizarse bajo unas especies que acumulan dichos compuestos, por lo que, por lo general, son poco apreciados (y buscados) por la fauna.

Desde las zonas superiores, las partículas lavadas son arrastradas a los valles y zonas inferiores, más cálidas y menos lluviosas, donde forman depósitos arcillosos. En estos depósitos los nutrientes y el agua forman unos agregados con la arcilla de los que es difícil separarlos. Aunque a los árboles les cueste obtener el agua, como se trata de suelos ricos en minerales, la absorción de pequeñas cantidades les basta para prosperar; estas especies presentan hojas divididas (incluso varias veces) para reducir la transpiración, es decir, evitar la pérdida de agua y constituyen el segundo tipo de sabana funcional: la que se desarrolla en ambientes áridos, sobre terrenos arcillosos, ricos en nutrientes y con árboles de hojas compuestas, divididas en pequeños folíolos.

Al estar compuestas por folíolos diminutos (en algunas especies 3x1,5 mm), estas hojas son poco llamativas para los insectos, por lo que no precisan acumular taninos para defenderse y (a diferencia de lo que sucedía en el primer tipo) resultan muy apetecibles para los ramoneadores. El segundo tipo de sabana funcional está formado por las acacias y otras fabáceas: una especie perteneciente a este grupo es Peltophorum africanum.

Adicionalmente, estos árboles establecen relaciones simbióticas con determinadas bacterias que habitan en los nódulos de sus raíces, fijando el nitrógeno atmosférico e incrementando el contenido proteico de sus hojas.

Alcaudón pío (Urolestes melanoleucus) sobre otra fabácea de este grupo, en este caso con espinas: Dichrostachys cinerea. La espinescencia es otra forma de defensa contra los mamíferos ramoneadores, de ahí que sea relativamente frecuente en muchas especies de acacias.

Las diferencias nutricionales de las hojas de los árboles de los dos tipos funcionales de sabana, por tanto, se hacen patentes en sus respectivos estratos herbáceos. Las hierbas que crecen bajo el dosel de árboles de hojas divididas no solamente se benefician de los suelos más ricos, sino también del nitrógeno proveniente de la descomposición de las hojas ricas en proteína (recordemos que muchas especies arbóreas son de hoja caduca) procedentes del arbolado. Los pastos de estas zonas se denominan sweet-veld y se caracterizan por presentar un contenido proteico superior al 1%. Estos herbazales presentan normalmente una carga de mamíferos herbívoros superior a los que pastan en el sour-veld.

Ejemplo de sabana de especies de hoja dividida formada por acacias (géneros Vachellia y Senegalia): a estos árboles y otros de su familia dedicaremos un par de entradas.

Como se señaló en la entrada anterior, entre los dos modelos funcionales de sabanas descritos se pueden encuadrar todas las unidades de vegetación del sur de África: muchas veces predominan las situaciones intermedias o mixtas, con especies de las dos clases funcionales mezcladas.

En las llanuras de inundación de algunos cursos de agua que fluyen por la parte granítica, el lavado constante de los alrededores ha contribuido a la acumulación de sales en determinadas zonas. La vegetación que crece sobre estos suelos presenta frecuentemente un alto contenido en sodio y resulta muy palatable, por lo que sus pastos son muy buscados por la fauna. Algunas especies de árboles también se han adaptado y prosperan en este entorno: Euclea divinorum, Pappea capensis, Gardenia volkensii, etc., destacando en invierno por tratarse de especies de hoja perenne.

Algunos animales visitan estas zonas en invierno, cuando muchas de las especies leñosas de las que se alimentan habitualmente han perdido la hoja. El ejemplo paradigmático de este grupo es la jirafa (Giraffa camelopardalis), un ramoneador muy adaptable que incluye al 70% de las especies de árboles de la sabana en su dieta. Este ejemplar, por cierto, presentaba el cuello cubierto de unas espeluznantes garrapatas gigantescas.

Pequeña llanura de inundación. Al agua de la sabana, presente en arroyos, ríos, láminas y otros humedales, también le dedicaremos un par de entradas.

Phoenix reclinata, Arecaceae

Una pareja de amarantas senegalesas (Lagonosticta senegala) saciando su sed.

Los afloramientos rocosos formados por bloques graníticos que salpican el paisaje suponen un hábitat idóneo para determinadas especies por la protección y el suplemento de nutrientes y humedad que consiguen aquí, como Androstachys johnsonii, Kirkia acuminata, varias de los géneros Euphorbia, Commiphora, Ficus, Croton, etc.

Por ejemplo, Kirkia acuminata, una especie muy buscada por los elefantes en las llanuras, se refugia y sobrevive en mayor número entre estos grandes cantos. También este medio será merecedor de otra entrada.

Gerbera jamesonii, Asteraceae: una especie nativa de la sabana que se emplea como ornamental.

Si en la mitad occidental del Kruger predomina el granito, en la otra mitad (la oriental) lo hace una roca ígnea, el basalto. Sobre los suelos formados a partir de ésta destacan las formaciones de marula (Sclerocarya birrea), acompañada por acacias como Senegalia nigrescens y otras especies.

Sclerocarya birrea, Anacardiaceae

La erosión y descomposición de los basaltos da lugar a unos suelos ricos en arcilla que mantienen, como en las zonas de valle de los granitos, unos ricos pastos herbáceos muy buscados por los herbívoros como las cebras de llanura (Equus quagga).

Y ya se sabe que si hay presas, acuden depredadores. Encuentro muy afortunado con una manada de licaones (Lycaon pictus), una especie amenazada.

Otra formación vegetal que crece sobre basaltos, constituida por varias especies de acacias de porte bajo y otros arbustos espinosos.

Strychnos spinosa, Loganiaceae

Chacal de lomo negro (Lupulella mesomelas), otro cánido de la sabana más común que el licaón.

Con las últimas luces del día en el bushveld finaliza la entrada. En las siguientes continuaremos presentando a las especies arbóreas más representativas de las planicies y demás hábitats de la sabana.


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