Tal vez sea por el cambio de estación, pero en las últimas salidas al monte (o parque) se han dejado ver varios petirrojos, alguno de ellos a muy poca distancia. |
jueves, 28 de diciembre de 2017
Invierno
miércoles, 20 de diciembre de 2017
Plantas en el agua (y sus alrededores)
Una crucífera con los frutos ya formados, Rorippa palustris. |
Hojas basales de la borrosa (Laphangium luteoalbum). |
Verbena supina, de talla más modesta que su pariente más extendida V. officinalis. Ahora se encuentra en flor. |
También crece bien sobre los suelos arenosos la bardana menor (Xanthium italicum). |
El cáñamo acuático (Bidens tripartita). |
Chamaemelum mixtum |
Gnaphalium uliginosum: a esta pequeña planta anual que cubre algunas partes del suelo profusamente le gustan los terrenos arenosos secos con algo de humedad. |
Gnaphalium uliginosum |
Por fin llegamos al agua. Algunas gaviotas reidoras sorprendidas de que haya gente metiéndose en los lodos próximos a la orilla. |
Callitriche stagnalis |
Rumex palustris crece fuera del agua pero cerca de ella. |
Restos de infrutescencia de Alisma plantago-aquatica. |
Diferencia de tamaño entre alismatáceas: A. plantago-aquatica (en el centro de la imagen, con las hojas grandes) y Baldellia repens (abajo a la derecha, con hojas lanceoladas mucho menores). |
Una libélula sobre Polygonum persicaria. |
Dos fotos de Veronica anagallis-aquatica, donde se aprecia el aspecto general, las hojas y la inflorescencia de esta planta acuática abundante. |
En los lodos mojados por el agua, una escrofulariácea que ahora tiene alguna flor abierta: Limosella aquatica (D. Miguel DC me indicó dónde encontrarla: ¡gracias!). |
Al abandonar el embalse, de vuelta al coche, nos encontramos con una Armeria arenaria subsp. segoviensis. |
Aunque el suelo está sequísimo, el paisaje próximo a Santillana no desmerece, así que aprovechamos para fotografiar una vista serrana con encinares, fresnedas y pinares al fondo. |
En el embalse de Pedrezuela (Guadalix de la Sierra), amplias praderas de persicarias secas (Polygonum persicaria y P. lapathifolium) ocupan el espacio que también debería estar cubierto por el agua. |
Vista general del borde del embalse y alrededores. Una pareja aprovecha para buscar aves acuáticas. |
Una blanquiverdosa libando sobre la ajonjera (Chondrilla juncea), una compuesta muy común que puede encontrarse por casi todas partes. |
En los caminos próximos al embalse hay una buena población de la viborera Echium asperrimum, ahora en flor. |
Un lino de flores azuladas: Linum bienne. |
Frutos de Linum bienne. |
Encontramos a esta llamativa especie: Wedelia glauca, una especie alóctona que resulta casi imposible de erradicar, según parece. |
Varios ejemplares de la persicaria Polygonum lapathifolium perseveran pese a la sequía, encontrándose algunos de ellos en flor. |
Durante octubre buena parte de los herbazales que rodean a los embalses quedan cubiertos por unas finas telas de araña que brillan al atardecer, otorgándoles este aspecto tan llamativo. |
jueves, 14 de diciembre de 2017
Dos madreselvas muy parecidas (Lonicera biflora & L. japonica)
Comenzamos a principios de año: aunque Lonicera biflora es un arbusto caducifolio, en la costa granadina durante el mes de enero todavía pueden verse hojas en las ramas. |
Aquí vemos el tamaño que puede alcanzar esta especie, que crece al amparo de la vegetación ribereña y en marjales, ascendiendo por los árboles riparios sin ningún problema. |
Detalle de los anteriores frutos de Lonicera biflora. |
Vistas de una sauceda con fresnos, tarays y cañotas, uno de los hábitats donde crece Lonicera biflora. |
Al carecer de árboles sobre los que ascender la especie crece ocupando los terrenos adyacentes, formando estas marañas. |
En agosto llegamos a ver las últimas flores; los primeros frutos ya se están formando. |
La especie recibe el nombre específico de "biflora" por presentarlas geminadas (en parejas) en los extremos finales de las ramas. |
El color de las flores oscila entre el blanco o el blanco-amarillento (nada más abrirse) y el amarillo intenso que adquieren con el tiempo. |
En cambio, el envés de Lonicera biflora está cubierto completamente de pequeños pelos que le otorgan un aspecto general blanquecino a la especie. |
... las de Lonicera biflora tienen solamente tres o cuatro semillas (por fruto) y son de color dorado o pardo amarillento. |
Y no germinan mal: este es el aspecto de unos brotes de Lonicera biflora, uno de los cuales muestra en un extremo del cotiledón la cubierta de la semilla. |
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