martes, 31 de mayo de 2011

Lavatera triloba


Una de las especies más llamativas que puede encontrarse en flor en los caminos que recorren el Parque Regional del Sureste (Madrid) durante mayo es la malvácea Lavatera triloba, una herbácea perenne y robusta, subarbustiva, que puede alcanzar los dos metros de altura.

Presenta hojas simples, alternas, con peciolo largo y limbo suborbicular-cordado, algo lobado y de margen dentado-crenado. Es característica la presencia de estípulas muy anchas, que pueden abrazar al tallo. Asimismo, a diferencia de otras especies similares, posee pelos estrellados y glandulares, que le confieren viscosidad al tacto.

Hoja e inflorescencia. 

Las flores aparecen agrupadas en fascículos en las axilas de las hojas, como se muestra en la anterior fotografía.

Muchos géneros pertenecientes a la familia de las malváceas presentan epicáliz, una envuelta foliar situada bajo los sépalos de apariencia similar a éstos; en el caso del género Lavatera, el epicáliz lo forman tres piezas ovoideas, anchas, soldadas entre sí por la base. Los pétalos son grandes y de tonos purpúreos. Frutos secos, denominados esquizocarpos, que quedan parcialmente envueltos por el cáliz una vez formados y maduros.

Lavatera triloba: flores y hojas.

Se aprecia el epicáliz bajo los sépalos parcialmente abiertos.

Aparte de encontrarse en los caminos, puede verse en otros medios antropizados como terrenos baldíos o removidos o herbazales nitrófilos; también se encuentra en los terrenos yesosos del sureste madrileño (y de la mitad sur del país y parte del Valle del Ebro) y otros matorrales semiáridos. Fotografiada a 590 m de altitud.

Plagionotus marcorum sobre la flor de L. triloba; los numerosos estambres de las malváceas se sueldan formando una columna característica.

Otra vista del ejemplar anterior.

En algunos ejemplares en flor, con algo de suerte puede encontrarse al escarabajo avispa (Plagionotus marcorum), un cerambícido estrechamente dependiente de esta especie, pues sus larvas se alimentan en el interior de los tallos, mientras que los adultos acuden a las flores a aparearse y alimentarse de néctar y polen. Descubierto en Madrid, su área de distribución se ha ido ampliando a medida que se estudiaba la especie; más información de este insecto en la excelente entrada de Alberto Gil.

Hábitat: colinas yesosas, terrenos removidos y vías rurales.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Las calizas de Guadalix en primavera

En las proximidades de Guadalix de la Sierra (Madrid), a 900 metros de altitud, se encuentra otro de los enclaves calizos del norte de la región que proporciona refugio a las especies basófilas, del mismo modo que sucedía entre El Vellón y Torrelaguna.

Dado que durante la primavera florecen gran parte de las especies allí presentes, se muestran algunas de éstas a lo largo de la estación, si bien se trata de un esbozo somero de la rica biodiversidad vegetal presente en la zona.

Floración de los matorrales bajos: linos, hipocrepis, siemprevivas (Helichrysum), etc.

Uno de los arbustos primeros en florecer es la aulaga (Genista scorpius), una leguminosa pinchuda muy frecuente en casi toda la España caliza, que aquí comienza su floración en marzo. Acompaña a los restos de enebrales, romerales y tomillares, haciéndose dominante en muchos puntos.

Genista scorpius

Varias aulagas en flor acompañan a los enebros (Juniperus oxycedrus) de la zona.

A  comienzos de abril se encuentran ya en flor las jarillas y -en general- las cistáceas de menor tamaño (como Fumana thymifolia, F. procumbens o Helianthemum cinereum), así como otras matas leñosas como la pequeña bufalaga Thymelaea pubescens, la hierba de las siete sangrías (Lithodora fruticosa) o la leguminosa Argyrolobium zanonii.

 Thymelaea pubescens

Fumana thymifolia

Mientras que Fumana thymifolia es una especie poco elevada y apenas leñosa, con pelos glandulíferos y con hojas opuestas, F. procumbens es otra especie rastrera del mismo género, más leñosa y con hojas alternas o agrupadas en pequeños haces.

Otra de las matillas, muy abundante en la zona, a veces al lado de cunetas y caminos, es la crucífera Alyssum serpyllifolium, que también empieza a florecer en abril.

Fumana procumbens

Alyssum serpyllifolium

Pasado abril, ya a mediados de mayo pueden encontrase en flor (entre otras) Sideritis incana, Helianthemum hirtum, la madreselva Lonicera etrusca, el rosal silvestre Rosa micrantha, Convolvulus lineatus, el lino Linum suffruticosum, etc. Una de las especies más llamativas que crece en estos tomillares y arbustedos bajos es la primulácea Coris monspeliensis, de la que se adjunta un detalle de las flores y los cálices de su inflorescencia.

Coris monspeliensis

Sideritis incana

Detalle de la inflorescencia de Sideritis incana.

Polygala monspeliaca

Aunque casi todas las especies mostradas son sufrútices o pequeñas matillas perennes de base leñosa, también hay superficies del terreno ocupadas por pastizales de terófitos o hierbas anuales, entre cuyas especies destaca ahora Polygala monspeliensis, de flores blanco-verdosas.

Vista de los encinares sobre calizas, con el embalse de El Vellón o de Pedrezuela por medio.

Para acabar, mencionar la existencia de retales de bosquetes mediterráneos y submediterráneos, con encinas, quejigos (Quercus faginea) e, incluso, alguna sabina albar suelta (Juniperus thurifera), además de bosques riparios como saucedas, choperas y fresnedas en las proximidades del embalse y sus arroyos tributarios.

Hojas de quejigo (Quercus faginea).

Sabina albar (Juniperus thurifera), porte.


miércoles, 18 de mayo de 2011

El sauce de roca (Salix tarraconensis)

Una de las especies de sauces más interesantes de nuestro país es Salix tarraconensis, el sauce de roca, un arbusto achaparrado y de ramas tortuosas que puede alcanzar el metro de altura, cuya distribución se limita al sur de Tarragona y norte de Castellón.

Posee unas hojas pequeñas (2 x 1 cm), redondeadas o algo elípticas, acompañadas por unas estípulas pequeñas (a veces reducidas a glándulas), ápice recurvado y margen revoluto.Tiene haz y envés glabros, siendo este último de un tono más glauco que el haz.

Fotografiado a mediados de mayo en la comarca del Baix Maestrat (Castellón), época en la que se encontraba en flor, sobre los 1.000 metros de altitud.

Floración de Salix tarraconensis en mayo (pie femenino).

A diferencia de otras especies de sauces, más asociadas a los cursos de agua o zonas con humedad permanente, Salix tarraconensis crece en ambientes rocosos, entre grietas de rocas calizas, a veces en zonas muy escarpadas, si bien prefiere las orientaciones de umbría. Se localiza en una franja altitudinal que va desde los 800 hasta los 1.400 metros.

Salix tarraconensis: porte y ramas.

Inflorescencia y hojas; a la izquierda se aprecia el envés de las hojas, más azulado.

Entre las especies que acompañan a este arbusto en la mencionada zona destacan los pinos laricios (Pinus nigra) y silvestres (P. sylvestris), guillomos (Amelanchier ovalis), la leguminosa rastrera de base leñosa Anthyllis montana, lechetreznas semiarbustivas como Euphorbia characias o E. nicaeensis, Globularia repens, etc.

Floración de Anthyllis montana.

Hábitat: roquedos calizos próximos a pinares mixtos de pino laricio (Pinus nigra) y silvestre (P. sylvestris).

viernes, 13 de mayo de 2011

Un prado en Hoyo de Manzanares

01/05/2011: Hoyo de Manzanares (Madrid)

Paseo por una zona de berrocales graníticos, antes de alcanzar Hoyo de Manzanares, a unos 950 metros de altitud. La vegetación leñosa corresponde a enebrales (Juniperus oxycedrus) con jarales (Cistus ladanifer) y algunas labiadas (cantuesos y mejoranas); acompañan a los anteriores algunas superficies desarboladas destinadas al aprovechamiento ganadero, cruzadas por algún regato y prados encharcados por las lluvias primaverales.

Vista genérica del prado, atravesado por un pequeño regato.

Enebrales (Juniperus oxycedrus) sobre berrocales.


 Floración de la jara pringosa (Cistus ladanifer).

Varias especies herbáceas se encuentran ahora en flor: Lepidium heterophyllum, Ranunculus bulbosus, Sesamoides purpurascens, Parentucellia latifolia, Sanguisorba verrucosa, Ornithogalum umbellatum o algunas orquídeas (Serapias lingua, Orchis morio). En otras, como la cistácea Helianthemum apenninum, la floración ya ha pasado.


Sesamoides purpurascens


Helianthemum apenninum

Aunque los sapos corredores, Epidalea (antes Bufo) calamita, llevan cantando en la zona al menos desde marzo, todavía se encuentra algún despistado cerca del agua.


Sapo corredor (Epidalea calamita).


 Ranunculus bulbosus


Parentucellia latifolia

Entre las especies pratenses presentes en estos suelos destacan una gramínea y una leguminosa: el cervuno (Nardus stricta) y el trébol subterráneo (Trifolium subterraneum).

El cervuno es una gramínea perenne, de tallos rectos y tenaces de pocos centímetros (no suele alcanzar los 30 cm) que forma unas macollas apretadas características, hasta el punto que forma unos pastos con nombre propio (los cervunales) que aparecen en la sierra por lo general a partir de los 1.000 metros de altura. Se adjuntan dos fotografías, una del porte y aspecto de una planta florecida y otra de las flores abiertas. Las inflorescencias de esta especie son inconfundibles, por salir todas las espiguillas mirando a un único lado del raquis.


 Macolla de cervuno (Nardus stricta).


 Nardus stricta en flor (detalle de los estambres).

Por su parte, el trébol subterráneo (también ahora en flor) es una leguminosa rastrera que crece en los majadales de buena parte de la España silícea, aunque es más propio de las dehesas y pastos del suroeste. Nativa de nuestro país, es una especie de enorme interés pascícola y forrajero extendida por muchas otras zonas del mundo (principalmente de clima mediterráneo). Como curiosidad, una vez formado el fruto, la propia planta es capaz de auto-sembrarse, mediante la elongación del pedúnculo y su posterior desviación hacia el suelo, donde los frutos quedan semienterrados. Gracias a esta facultad de resiembra, pese a ser una especie anual, desde el punto de vista de su manejo forrajero se considera que se comporta como perenne.


Trifolium subterraneum

Agradecimientos: Como no podía ser de otra manera, a D. Miguel DC, quien nos paseó por la zona y nos enseñó todas las especies que aparecen en esta entrada. ¡Un saludo, Miguel!

jueves, 5 de mayo de 2011

Flora endémica: Genista haenseleri


La bolina de Haenseler (Genista haenseleri) es un arbusto endémico de la Serranía de Ronda (Málaga) que alcanza los dos metros de altura y vive a partir de los 100 metros de altitud, llegando hasta los 600. Se trata de una genista no espinosa, de hojas pequeñas, simples (unifoliadas), alternas y pelosas por haz y envés. Las inflorescencias aparecen en las ramas del año anterior; las flores van solas o geminadas (por parejas). El cáliz es sedoso, con forma acampanulada-globosa.

Uno de los caracteres diagnósticos más importantes para la determinación de la especie reside en que las piezas florales tienen una longitud parecida entre sí, siendo en ocasiones el estandarte (el pétalo superior) más corto que los demás. Asimismo, es importante la forma del fruto: una legumbre pequeña (apenas alcanza el centímetro de largo) fusiforme y falcada (es decir, acabada en pico curvo), con una o dos semillas exclusivamente.

 Genista haenseleri en las estribaciones de la Serranía de Ronda.

La hemos visto sobre rocas básicas (mármoles y dolomías), creciendo en exposiciones soleadas y formando parte de matorrales termófilos, acompañando a pinos carrascos (Pinus halepensis), algarrobos (Ceratonia siliqua), aladiernos (Rhamnus alaternus), Echium albicans, albaidas (Anthyllis cytisoides), Fumana laevipes, enebros (Juniperus oxycedrus), etc.

Como curiosidad, a pocos metros de los ejemplares y hábitat cuyas fotos se muestran, aparecen también especies silicícolas; el lavado continuo de los horizontes superiores de los suelos formados a partir de mármoles y dolomías, debido a las abundantes lluvias de la sierra, junto a la exposición de los terrenos en pendiente (que impide la acumulación de los productos lixiviados), provoca una descarbonatación en dichos horizontes y permite la entrada de las mencionadas especies, entre las que figuran los alcornoques (Quercus suber).


Ramilletes floridos durante abril.

 Detalle de las flores de G. haenseleri: todas las piezas de la corola tienen una longitud similar.

 Legumbre de Genista haenseleri (que no ha perdido los pétalos; muestra tomada a finales de junio).

 Echium albicans

Hábitat: pinos carrascos con algarrobos, lentiscos, acebuches, etc.