martes, 26 de octubre de 2021

El serbal de montaña (Sorbus hybrida)

 

Hace unos años fotografiamos al serbal de montaña o híbrido (Sorbus hybrida) a principios de octubre, justo cuando empezaba a mudar ligeramente el color de sus hojas. Esta especie procede de la hibridación del mostajo (Sorbus aria) con el serbal de cazadores (S. aucuparia), por lo que sus hojas presentan un aspecto intermedio entre ambos parentales: divididas por la base en varios pares de hojuelas (como las del serbal de cazadores, aquí su foto) y con un segmento ovado ancho, lobado o serrado en el extremo apical (como el mostajo, aquí la suya).

Es una especie que crece de manera aislada (y escasa) en los sistemas montañosos del norte (Cordillera Cantábrica, Pirineos y Sistema Ibérico suroccidental) por debajo de los 1.800 metros de altitud. En este caso lo vimos en Orihuela del Tremedal (Sierra de Albarracín, Teruel), en el borde del bosque de pino silvestre, en el río de piedra de dicha localidad. Aunque aquí predominan las cuarcitas, Sorbus hybrida es indiferente edáfico, pudiendo crecer también sobre sustratos básicos.

Otra vista de las hojas de Sorbus hybrida, en este caso en verano.

La especie florece entre mayo y junio. Aquí se muestran los frutos recién formados, en julio. Como en las demás especies del género, son unos pomos algo mayores al centímetro (de diámetro) que maduran entre septiembre y octubre.

viernes, 22 de octubre de 2021

Bellotas en octubre

 

Octubre es el mes en el que las bellotas de nuestros Quercus comienzan a estar en sazón, en función de la especie, la altitud, la latitud y el año; esta entrada es un pequeño homenaje visual a nuestros robles a través de una selección de fotos de las principales especies ibéricas (y alguna asimilada). Comenzamos con la coscoja (Quercus coccifera).

Encina litoral (Quercus ilex).


Encina o carrasca (Quercus ballota).

Alcornoque (Qurcus suber).

Quejigo (Quercus faginea).

Roble de Turquía (Quercus cerris).

Quejigo moruno (Quercus canariensis).

Roble pubescente (Quercus pubescens).

Roble albar (Quercus petraea).

Carballo o roble común (Quercus robur).

Rebollo o melojo (Quercus pyrenaica).

Melojar en la Sierra del Rincón (Madrid) a finales de octubre (hace seis años: este año no tiene pinta de estar tan avanzada la otoñada).



lunes, 18 de octubre de 2021

El azafrán amarillo (Sternbergia colchiciflora)

 

Durante octubre podemos encontrar al azafrán amarillo (Sternbergia colchiciflora), un bulbo de tépalos estrechos que florece durante este mes, antes de sacar la hoja.

Lo vimos en el borde de un pinar de Pinus halepensis de repoblación en San Fernando de Henares (Madrid). Aunque según la bibliografía prefiere suelos calizos, aquí nos encontramos próximos a terrenos arcillosos con yesos.

En las manchas de vegetación natural que quedan entre los cultivos, buena parte de las plantas ya han cumplido su ciclo reproductivo y su parte aérea está seca. Aun así aprovechamos para fotografiar algunas especies curiosas o escasas en la región.

Como por ejemplo el cardo Scolymus maculatus.

Scolymus maculatus


Otra compuesta rara: Klasea flavescens.

Resto de la morra (Cynara tournefortii), amenazada en la región.


Una segunda alcachofa silvestre, en este caso Cynara cardunculus.

Cardo enrejado (Atractylis cancellata) cubriendo el suelo.

Existe otra especie parecida al azafrán amarillo que también florece por estas fechas: se trata de la azucena amarilla (Sternbergia lutea), que se distingue del primero por tener unos tépalos más anchos y sacar las hojas a la vez que las flores. Se encuentra en bosques riparios, bordes de caminos y otros medios. Para algunos autores no sería una especie nativa de España, sino que se habría naturalizado por buena parte del país.

martes, 12 de octubre de 2021

La esfinge de la correhuela (Agrius convolvuli)

 

Hace un mes, durante un paseo por la costa de Casares (Málaga), mi hijo descubrió un adulto de esfinge de la correhuela (Agrius convolvuli) descansando cerca de una urbanización.

Aunque posada es una mariposa nocturna imponente (en este enlace se mencionan sus medidas récords), es en vuelo donde resulta más llamativa, tanto por su tamaño como por su larga probóscide: es cierto, como se indica en el primer enlace, que recuerda a un pequeño pájaro.

El nombre de la especie viene de su planta nutricia, la correhuela (Convolvulus arversis), una herbácea perenne muy extendida por todo el país.

No sé si las hembras aprovecharán otras convolvuláceas ornamentales (o asilvestradas), como Ipomea purpurea, para realizar la puesta; lo cierto es que los adultos se acercan frecuentemente a zonas habitadas atraídos por el néctar de las especies cultivadas, por lo que no es raro verlos volar de noche entre los setos en flor.

Torre de la Sal en la costa de Casares en septiembre.

martes, 5 de octubre de 2021

Lanzarote (7): flora amenazada, el artisco (Gymnosporia cryptopetala)

 

Hoy presentamos a uno de los arbustos más escasos de la flora española: el artisco (Gymnosporia cryptopetala), una especie endémica de Lanzarote y Fuerteventura.

En estas primeras fotos se muestra a un ejemplar que crece en lo alto de una peña, a salvo del diente del ganado, el hacha o el fuego (Jaime Gil y Marta Peña aluden en su Guía Visual de la Flora Vascular de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote a su aptitud como combustible como posible causa de su escasez actual). En dicha publicación también se menciona que el número de ejemplares inventariados en Lanzarote apenas alcanza la decena.

Gymnosporia cryptopetala es una especie leñosa, muy ramosa, de aspecto intrincado que alcanza el metro y medio de altura.

Detalle de rama y hojas. Tradicionalmente estos arbustos, descubiertos en la pasada década de los setenta en las islas orientales, se asignaron al taxón Maytenus senegalensis, pero posteriores estudios reconocieron al artisco como especie independiente (y perteneciente a otro género). Lo cierto es que en buena parte de la bibliografía permanece el nombre antiguo, lo que no contribuye a informar sobre la importancia de la especie y su precario estado de conservación. 

Las hojas son coriáceas, obovadas u oblanceoladas, en ocasiones con el ápice algo escotado. Posee flores diminutas, apenas perceptibles (que no vimos en julio), normalmente en pies distintos las masculinas y las femeninas.

Finalizamos el reportaje de hoy con una vista del hábitat de Gymnosporia cryptopetala en el Malpaís de la Corona, en el norte de Lanzarote.