viernes, 10 de junio de 2011

Las especies árboreas ribereñas de El Molar

En las proximidades del río Jarama, en el término de El Molar (Madrid), unas antiguas graveras abandonadas permiten contemplar a las especies arbóreas ribereñas por excelencia de la España seca; se trata, efectivamente, de chopos, álamos, sauces, alisos, fresnos, tarays y olmos, localizados aquí a unos 800 metros de altitud. Los bosque de ribera o galería son muy agradecidos, y si se les deja prosperar ocupan y recuperan el terreno perdido en poco tiempo. Visita realizada en mayo.

Álamos blancos con chopos, fresnos y sauces.

Aunque el curso del Jarama se encuentra próximo y mantiene en algunos tramos arboledas en buen estado, las fotos corresponden a los bosquetes que crecen en el terreno que ocupaba la gravera. La cercanía del nivel freático en una superficie irregular rompe la tradicional distribución en bandas que siguen estos bosques y posibilita que retazos de alisedas, alamedas, choperas y saucedas se entremezclen de manera aparentemente desordenada en algunas zonas.

Pese a todo, sí existe predominio de unas formaciones arbóreas frente a otras. Posiblemente las más comunes sean las alamedas de álamo blanco (Populus alba), seguidas de las choperas (de Populus nigra).

 Pobeda o alameda de Populus alba.

El álamo blanco resulta inconfundible por su corteza blanquecina y hojas cubiertas por un fieltro también de color blanco por el envés; la forma de estas últimas es variable, de aovado-orbiculares en los brotes cortos a palmeadas en los brotes largos.

 Populus alba


Otra vista de las hojas de P. alba.

El chopo negro, por su parte, presenta una corteza oscura y resquebrajada, que puede tener numerosos abultamientos (sobre todo en los ejemplares de más edad) de los que surgen ramillas jóvenes; sus hojas presentan un largo peciolo, carecen de pelosidad, tienen forma casi deltoidea (aovado-romboidales) y unos diminutos dientes a lo largo del margen.

Chopos jóvenes cerca del Jarama.

Hojas de Populus nigra.

Las condiciones de humedad que reinan en los bosques ribereños permiten la entrada de especies caducifolias, como majuelos, varias especies de rosales silvestres, zarzamoras o saúcos (Sambucus nigra). Éstos últimos se encuentran ahora en flor y se presentan en las lindes de alamedas y choperas.

 Un saúco en flor (a la izquierda) próximo a la alameda.

Sambucus nigra: inflorescencia y hojas. 

Detalle de las flores de Sambucus nigra.

Las siguientes formaciones más abundantes serían las distintas clases de saucedas, destacando en ellas algunos pies de saúce blanco (Salix alba), una especie arborea que aquí cuenta con algunos ejemplares de buen porte, que ya han fructificado y cuyas semillas cubiertas por unos finos pelos algodonosos invaden los alrededores. El sauce blanco tiene hojas con forma lanceolada, cubiertas de pelos sedosos por ambas caras (si bien los del haz los suelen perder), lo que les proporciona un aspecto plateado singular.

Salix alba

Aparte de estos sauces arbóreos, otros sauces arbustivos (Salix purpurea, S. atrocinerea, etc.) abundan en la zona. Entre los sauces medran los tarays (Tamarix africana y T. canariensis), si bien lo hacen de forma dispersa, sin que se pueda hablar de verdaderos tarayales.

 Tarays delante de los chopos.

Tamarix africana

Otras especies acompañantes de los bosque de ribera son las trepadoras: nuezas (Bryonia dioica), vides silvestres (Vitis vinifera subsp. sylvestris), dulcamaras (Solanum dulcamara) o lúpulos (Humulus lupulus) son habituales entre el arbolado.

Vitis vinifera subsp. sylvestris

Humulus lupulus

La formación riparia más rara sería la alisada; el aliso (Alnus glutinosa) no resulta especialmente frecuente en Madrid, si bien en el noreste de la región mantiene buenas representaciones en algunes cauces próximos (río Guadalix). Los alisos de la zona forman pequeñas alisedas que aparecen en medio de choperas o saucedas y que serían indicadoras de una presencia de agua muy próxima a la superficie (el aliso prospera sin problemas en terrenos encharcados y resulta más exigente en las condiciones de humedad que chopos o fresnos). Ahora sus "piñas" se encuentran recién formadas, todavía sin madurar.

 Formación de alisos (a la derecha) entre las choperas.

Alnus glutinosa

Por último, más raros que los alisos resultan algunos jóvenes olmos (Ulmus minor), que aparecen ocasionalmente, salpicando alamedas y fresnedas.

 Porte de un olmo joven.

Ulmus minor

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