miércoles, 7 de diciembre de 2011

Sierra Bermeja (I): presentación



A solamente ocho kilómetros de distancia de la costa malagueña se eleva hasta casi los 1.500 metros de altitud un macizo que forma parte de la Serranía de Ronda y se extiende en dirección NE-SE a lo largo de casi treinta kilómetros de longitud: Sierra Bermeja.


Un atardecer en Sierra Bermeja desde Casares.

Además de su cercanía a la costa, desde ésta destaca por su color rojizo, único entre las sierras de los alrededores. Se trata de una de las masas de peridotitas (un tipo de roca intrusiva) más importantes y extensas del mundo. Las peridotitas son rocas incluidas en el grupo de las ultramáficas o ultrabásicas, con un elevado contenido en silicatos de hierro y magnesio y cantidades significativas de níquel, cromo, cobalto y cobre.


Peridotitas con pinares de resinero y matorrales acompañantes.

La acción del agua y demás agentes atmosférico (es decir, procesos de hidratación y oxidación) transforman en serpentinas a las peridotitas, además de producir otra serie de compuestos como arcillas y óxidos de hierro, que son los responsables del color rojizo de la sierra; también se produce una liberación de los metales pesados (en general tóxicos para las plantas), que va a condicionar tanto el tipo de vegetación existente como la ausencia de cultivos (y prácticamente poblaciones humanas) en tan vasto territorio.


Además de por el tipo de sustrato, las condiciones xéricas del clima mediterráneo condicionan la presencia de especies en las exposiciones de solana.

La sierra presenta una morfología muy escarpada y abrupta, marcada por la presencia rocosa, los terrenos quebrados y los fuertes contrastes entre solanas y umbrías: la ausencia de vegetación arbórea en las primeras y en las zonas bajas (también favorecida por los incendios) contrasta con las vistas que se obtienen al ascender desde Estepona y cambiar de orientación.


Cambio de orientación y de paisaje: aparecen los bosques de coníferas (formación de pinsapos en primer término).

Vista desde el interior: se aprecia el contraste entre el verde brillante de los pinares y los pinsapares, extendidos solamente por la cara norte de la cumbre, de un verde más oscuro.


Son las frugales coníferas (pinos resineros y pinsapos) quienes forman los principales bosques sobre las peridotitas, si bien no son éstas las únicas rocas presentes en la zona: gneises y micaesquistos aportan variedad geológica y permiten la entrada de frondosas (fundamentalmente alcornoques y alguna encina, acompañados de madroñeras y la presencia esporádica de algún roble melojo o castaño) y su convivencia con los anteriores bosques.


Vista de un bosque de Pinus pinaster durante la pasada primavera

Alcornocal en Sierra Bermeja.

Los pinsapos (Abies pinsapo) pueden aparecer desde los 600 m, pero es a partir de los 1.100 hasta los 1.400 m de altitud donde estos abetos mediterráneos se hacen dominantes. Aunque pueden encontrarse pies sueltos por buena parte de la sierra, es en la cumbre de Los Reales donde se localiza su principal población bermejense (y más conocida), de unas 150 hectáreas de extensión.


Ecotono entre pinar y pinsapar.

Por toda la sierra aparece un matorral rupícola formado por Staehelina baetica (una compuesta exclusiva de estas sierras), varias especies de jaras, brezos, enebros, Genista lanuginosa, Ulex baeticus, Halimium atriplicifolium y otras especies que repasaremos en posteriores entradas.

Matorrales y pinares.

Staehelina baetica

3 comentarios:

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  2. Magnífico blog y magnífico reportaje sobre Sierra Bermeja. Gracias. Felipe Román.

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