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lunes, 30 de julio de 2018

Bichos de junio


Presentamos una recopilación de fotos realizadas en diferentes puntos de la mitad norte de Madrid a lo largo del mes de junio que tienen relación con los invertebrados. Para empezar, una chupaleche (Iphiclides feisthamelii) libando en un jardín las flores de la malvácea Lavatera olbia; este arbusto no es autóctono de la región pero se emplea como ornamental por la abundante floración que presenta en primavera.

El duende (Nemoptera bipennis), uno de nuestros insectos más espectaculares.

Parece ser que la especie pasa de ser carnívora durante su fase larvaria a consumir polen de adulto, como muestra la imagen.

Lo hemos visto en los prados próximos al río Manzanares en Cerceda, a poco más de 900 msnm.

Una típula descansando sobre el tallo de un cardo en la misma zona.

También junto al río fotografiamos a las larvas del pavo real (Inachis io) alimentándose de su planta nutricia, la ortiga. 

Otra vista de un arroyo en la misma zona.

Esto no es un "bicho", es un sapo corredor, pero también estaba por allí.
 
Ejemplar de pandora (Argynnis pandora) sobre Jasione montana, en las proximidades del embalse de Santillana, también a unos 900 m.

Esta especie pululaba entre los herbazales con cantuesos y tapsias del borde de este bosque mixto de pino resinero y encina.

Caballito del diablo (Calopteryx xanthostoma) cerca de Colmenar Viejo.

Lo encontramos entre las fresnedas con sauces que bordean el río.

En Navalcarnero fotografiamos a este saltamontes narigudo (Truxalis nasuta).

Esta especie se cría en los herbazales que hallamos entre los pinares de pino resinero del parque regional del curso medio del río Guadarrama.

Aproveché para fotografiar los vilanos del salsifí (Tragopogon porrifolius), para la colaboración que me pidió Antón. (Oye, Antón, si ya está la revista envíamela en PDF. Saludos.)

Era el primer día de calor y encontramos a este pollo de rabilargo fuera del nido, un tanto despistado.

Lobito anillado (Hyponephele lupina) entre Siete Iglesias y El Atazar, a unos 1.050 m.

La especie es abundante y se deja ver entre las santolinas, mejoranas, Jasione montana y otras matillas del borde del camino.

El hábitat más general está formado por encinares aclarados acompañados por enebros y berceos (Stipa gigantea).

Una libélula (Orthetrum coerulescens) en su posadero.

Otra vista de los encinares serranos donde viven estos insectos.

Graphosoma italicum

En los alrededores de El Atazar, en una umbría con melojos y quejigos vimos a esta especie de mostajo (Sorbus latifolia), con los frutos todavía verdes.

Al anochecer, de vuelta al coche, se nos cruzaron varios solífugos (Gluvia dorsalis), una especie de arácnido con este aspecto tan inquietante.

Medioluto (Melanargia lachesis) sobre la hoja de un fresno en la dehesa de Cobeña, cerca de Algete.

Hábitat: interior de la fresneda, a 680 msnm.

En el límite de la fresneda crecen varios álamos blancos (Populus alba).

Y en su interior encontramos varias especies, como este ejemplar de Rumex conglomeratus.

La boraginácea Lithospermum officinale.

Larva de Cucullia scrophulariphila sobre su planta nutricia.

La hierba gatera o "menta de los gatos" (Nepeta cataria) en flor.

En el camino se cruzan volando y después por el suelo varias avispas mamut (Megascolia bidens) que parecen estar peleando entre ellas (¿por aparearse...?); es una especie muy vistosa (y grande) a la que disparamos rápidamente un par de fotos y dejamos con sus asuntos.

Grandes ejemplares de Salix alba compiten con los fresnos en tamaño, como este de la fotografía.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Asoma el otoño en el melojar

22/10/2011: Rascafría (Valle del Paular, Madrid).

Con el tiempo fresco recién estrenado en el centro peninsular, nos acercamos a Rascafría para ver los progresos del otoño; recorremos desde los 1.200 hasta los 1.600 metros de altitud para ver el estado de los melojares y las especies caducifolias (o marcescentes, en el caso de estos robles) que lo integran.

Melojar (Quercus pyrenaica)

Bellotas de melojo al inicio de la estación.

Ciertamente, dichos progresos son escasos, aunque los propios melojos (Quercus pyrenaica) empiezan a amarillear y presentan bellotas de buen tamaño, todavía inmaduras. La orla de rosáceas arbustivas que se instalan entre los pastizales y el bosque, tienen los frutos maduros desde hace unas semanas, como el siguiente rosal silvestre (Rosa canina). El ganado (formado por vacas y caballos), entra al interior del melojar en busca de ramón y hojas de árboles y arbustos, pues los pastos herbáceos permanecer totalmente secos.

Rosa canina

El bosque sirve como refugio y alimento al ganado vacuno.

Entre las especies arbustivas siempreverdes destacan los enebros y brezos (Erica arborea), muy comunes, que ocupan las zonas donde asoman los esquistos, acompañando a leguminosas como Adenocarpus hispanicus o Genista florida. Entre los invertebrados que podemos fotografiar en este hábitat, una araña lobo o tarántula (¿Lycosa tarantula?) con las crías a cuestas.

 Enebrales (Juniperus communis).

La araña lobo con sus crías.

Cerca del cauce del río, un grupo de temblones (Populus tremula), presenta las hojas rojizo-anaranjadas; todavían tendrán que virar a tonos ocres o amarillentos a medida que se incorpore el otoño. En una sauceda (Salix atrocinerea) próxima, algunos tejos se refugian del acceso de humanos y ganado y se aseguran el aporte hídrico en las épocas de sequía.

 Temblones (Populus tremula).

Un tejo entre sauces, fresnos, majuelos y otras especies riparias.

Pero la especie arbórea que más llama nuestra atención es el mostajo Sorbus latifolia, del que conocíamos algunos pies próximos al río Lozoya (con porte de pequeños arbolillos); en este caso, en una zona adehesada mixta con fresnos y melojos, aparece un ejemplar que supera en altura tanto a fresnos como a melojos, como se muestra en la fotografía.

Sorbus latifolia (en el centro de la fotografía) supera en altura a las especies de alrededorComo se cita en el texto, los pastos herbáceos de la zona se encuentran completamente secos.

Detalle de la excelente cosecha de frutos que presenta el mismo ejemplar.

Además de la altura, este árbol presenta una llamativa cosecha de frutos (la presencia de zorzales se hace más que evidente cuando nos acercamos a él). Son unos pomos anaranjados muy característicos, cubiertos de lenticelas (unas pequeñas manchas en la piel del fruto) blanquecinas. Sus hojas son simples, alternas, con lóbulos triangulares poco profundos y margen aserrado; el envés está cubierto por un tomento de tono grisáceo.

Sorbus latifolia: hojas e infrutescencias

Hábitat: melojares del Valle del Paular.