lunes, 22 de octubre de 2012

Un escobonal de Cytisus striatus en Madrid




Visitamos entre Buitrago de Lozoya y Mangirón, a mediados de octubre, uno de los principales bastiones del escobón Cytisus striatus en Madrid, una leguminosa arbustiva que puede alcanzar los tres metros de altura, escasa en nuestra región.

Se localiza a unos 1.100 metros de altitud sobre un sustrato donde predominan los gnéises y otras rocas metamórficas de reacción ácida. La vegetación potencial corresponde a encinares y otras quercíneas acompañadas por pinos (posiblemente muchos de ellos producto de plantaciones antiguas); la degradación del arbolado da lugar en buena parte de la zona a tomillares y cantuesares como los de la siguiente fotografía.




 Es en estos terrenos despejados donde comienzan a aparecen los escobones, acompañados por su congénere Cytisus scoparius, de menor tamaño y un color verde más oscuro. A continuación, imagen de un ejemplar de escobón rodeado por jaras. En las zonas de mayor presencia del ganado los escobones no crecen mucho, lo que da idea de la importancia de este tipo de pasto arbustivo para el mantenimiento de la cabaña ganadera en épocas de sequía o escasez.




Además de por el color verde claro del ramaje, los frutos de Cytisus striatus los hacen inconfundibles: se trata de unas gruesas y cortas legumbres completamente cubiertas de pelos blancos. Como se muestra a continuación, los frutos se encuentran completamente abiertos en esta época del año.




Algunos pinos resineros aparecen al adentrarnos en la sierra.


 
 
Entre los matorrales destacan también varias cistáceas: en la siguiente imagen, una notable población de jóvenes jaras de hoja de laurel (Cistus laurifolius) crecen bajo las encinas.



 Macrolepiotas.




 Las últimas lluvias caídas dan un respiro a los anfibios, como este joven sapo corredor.




Pinar de pino resinero (Pinus pinaster) con buen sotobosque de Genista florida, Rosa micrantha, majuelos, endrinos, fresnos e incluso algún bonetero.




 Pinares y encinares cerca del embalse, todavía muy bajo.




Refugiándose en algunos cortados, una interesante población de arces (Acer monspessulanum), que presenta los frutos completamente maduros; vistas, además, de las hojas y el porte de uno de estos arbolillos.





 
 



En los pinares aparecen algunos pinos laricios (Pinus nigra).




El ganado vacuno que ha consumido los escobones durante el verano se ha trasladado ahora a la zona de fresneda, donde brotan por fin los pastos herbáceos. En la imagen, una berrenda en negro.




Y para finalizar, una especie de rosal silvestre con los frutos en sazón: se trata de Rosa corymbifera, caracterizado por sus folíolos cubiertos de pelos por ambas caras y sépalos reflejos y caedizos.





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