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| En la visita a Sierra Nevada (Granada) a mediados del mes pasado, aprovechamos para realizar la ruta que asciende a la cumbre del pico Veleta (3.397 m) desde Posiciones del Veleta (3.100 m): se cumplen trece años desde la última vez que estuvimos por aquí. Ya tocaba volver. |
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| Nos hallamos en el denominado piso crioromediterráneo (por encima de los 2.900 m de altura), en un medio rocoso (micaesquistos) muy adverso para la vida vegetal, sometida durante el invierno a largos periodos de heladas y durante el verano a sequía, insolación y fuertes vientos. Pese a ello, estamos en uno de los puntos calientes de diversidad vegetal del Mediterráneo. La flora que predomina a estas alturas está formada por matitas de pequeño tamaño y crecimiento lento que muestran el verano sus mejores galas (no disponen de mucho tiempo para atraer a los polinizadores y completar su ciclo reproductivo), creciendo dispersas y escondidas entre las grietas del roquedo. Mostramos algunas de ellas. |
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| Coincya monensis subsp. nevadensis |
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| Chaenorhinum glareosum |
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| Androsace vitaliana subsp. nevadensis |
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| Viola crassiuscula |
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| Población y detalle de Arenaria tetraquetra (subsp. amabilis). |
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| Linaria glacialis |
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| Leucanthemopsis pectinata |
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| Erigeron frigidus antes de abrirse completamente. |
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| Leontodon boryi |
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| Eryngium glaciale |
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| Un par de matillas de Veronica fruticans asoman entre la pedrera y un ejemplar de Carduus carlinoides. |
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| Senecio nevadensis, antes de florecer. |
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| Cardamine resedifolia |
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| Arabis alpina |
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| Ejemplares (sin y con flores) del "cojín de pastor" Arenaria pungens. |
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| Un ejemplar de Hormathophylla spinosa perdido en el "desierto" de rocas y otro con flores. |
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| Plantago nivalis |
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| Jasione tristis |
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| Biscutella glacialis |
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| Cabras monteses cerca de la cumbre: abundantes y bastante confiadas. |
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| En la cumbre precisamente nos encontramos con este acentor alpino... |
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| ...que aprovechaba los restos de una loncha de queso de algún excursionista. La vida a casi 3.400 m de altitud es muy dura, obviamente. |
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| Ganado ovino merendando flora endémica de la alta montaña nevadense. |
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| Saxifraga nevadensis |
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| Epilobium alsinifolium |
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| Reseda complicata |
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| Sempervivum minutum |
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| Lotus glacialis |
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| Linaria nevadensis |
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| Anthyllis pseudoarundana. Ahora descendemos hasta la Hoya de la Mora (2.500 m). |
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| Thymus pulegioides |
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| Hemos llegado para ver las últimas flores de un piorno intrincado de fuertes espinas, Genista versicolor, que prospera en suelos silíceos. En este caso en los Peñones de San Francisco. |
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| Otra población de Genista versicolor al lado de un pinar de pinos silvestres. |
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| En ocasiones se encuentra junto a la anterior otro piorno perteneciente a la misma familia, pero a otro género: Cytisus galianoi. De menor talla y sin espinas, florece antes, así que en julio ya tiene las legumbres perfectamente formadas. |
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| En las zonas transitadas de la Hoya de la Mora fotografiamos a Chenopodium foliosum, caracterizado por tener este fruto carnoso tan llamativo. |
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| Por aquí también encontramos monteses. |
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| Thymus serpylloides |
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| Porte y detalle de ramas floridas de Sideritis glacialis. |
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| Artemisia absinthium |
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| Jurinea humilis |
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| Plantago holosteum |
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| Cambiamos de aires y descendemos a cotas más bajas: en este caso, en dirección a Monachil, atravesamos un encinar con majuelos, almeces y, en el centro, varios ejemplares de Genista cinerea. |
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| Genista cinerea |
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| Aparecen otros arbustos espinosos como este agracejo (Berberis australis). |
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| Cynara baetica |
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| Un arbusto alto (alcanza los 3 m de altura) que acompaña a pinos y otras formaciones: el rompesayos o aznacho (Adenocarpus decorticans), con las legumbres todavía verdes. |
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| Pinares creciendo en los alrededores del pico Dornajo, una zona de arenas y rocas dolomíticas. |
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| Aquí fotografiamos a la boraginácea Onosma tricerosperma (subsp. granatensis). |
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| Sabina rastrera (Juniperus sabina). |
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| Dos vistas de otro rabogato, en este caso propia de suelos calcáreos, Sideritis carbonellii. |
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| Un majuelo retorcido junto a Vella spinosa. |
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| Otra especie que crece pegada a las rocas calizas: Rhamnus pumila. |
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| Frutos de Prunus prostrata. |
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| Vista de los picos de dolomías de Sierra Nevada. |
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| La labiada Salvia phlomoides, propia de matorrales calizos de montaña. |
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| Terminamos con un arbusto endémico: nos referimos a Prunus ramburii, un endrino que solamente crece en algunas sierras de Granada y Almería. |
