Aunque estuvimos el otoño pasado en los páramos calizos madrileños, nos habíamos quedado con ganas de ver en flor a alguna de las plantas vistas, así que la primera semana de mayo volvimos para realizar el mismo recorrido: esta entrada es una muestra de las especies y paisajes que encontramos ese día. |
Comenzamos con dos pequeñas cistáceas muy extendidas en la zona: Helianthemum asperum (matita perenne)... |
... y Helianthemum salicifolium (herbácea anual). |
Al lado de la especie anterior crece el trigo del diablo (Echinaria capitata). |
La amapola macho (Papaver argemone). |
La espectacular centaurea real, Anagallis monelli. |
Otra especie muy común por la zona con una floración muy llamativa: la globularia mayor (Globularia vulgaris). |
Una de las especies que queríamos fotografiar: Hormathophylla lapeyrousiana. Con flores y primeros frutos formados. |
Hormathophylla lapeyrousiana |
Flor de lino azul (Linum narbonense). |
Senecio gallicus |
La almorta de monte o cicércula (Lathyrus cicera) entre los pastizales del camino. |
Sufrútices (aulagas, tomillos, linos, cistáceas, etc.) en los taludes próximos al olivar. |
En el anterior hábitat vive la lagartija colilarga (Psammodromus algirus). |
Asperula arvensis, una rubiácea que se encuentra en caminos y cultivos extensivos. |
La mostaza silvestre (Sinapis arvensis) puede alcanzar el metro de altura. |
Klasea pinnatifida gusta de terrenos calizos; esta compuesta forma estos "céspedes" continuos en algunos huecos del quejigar. |
Ahora encontramos a la aulaga almohadillada (Genista pumila) en flor. |
Detalle de las flores de Genista pumila. |
Estos suelos rocosos y casi descarnados solamente son aptos para las especies más resistentes: en este caso, junto a un ejemplar semiesférico de G. pumila crece un ejemplar de Lithodora fruticosa. |
Restos de encinares y quejigares conviven con romerales, esplegueras, tomillares y otros matorrales basófilos, además de superficies cultivadas. |
También se encuentran restos de construcciones humanas, como esta edificación para pastores. |
Esta vez no nos cruzamos con las avutardas, pero sí con uno de los más genuinos representantes alados de los campos cultivados y terrenos abiertos: el triguero. No es lo mismo, claro. |
Ya nos habíamos referido a la variedad de sustratos de la zona. En la parte de los yesos fotografiamos al arnacho (Ononis tridentata), que todavía no ha florecido. |
Otra aulaga (Genista scorpius) en flor destaca en los terrenos sin cultivar. |
Argyrolobium zanonii, es una matita de nuestra flora que recibe muy acertadamente el nombre vulgar de "hierba de plata". Ha sacado sus primeras flores. |
La pamplina (Hypecoum imberbe), una hierba de la familia de las amapolas... |
...y su pariente Hypecoum pendulum, ambas en flor. |
Linaria hirta: detalle de las flores. |
Vista de la ruta en la que se aprecian varias unidades de vegetación y clases de suelos diferentes. |
Las nuevas hojas del zumaque (Rhus coriaria) conviven con los frutos de la temporada pasada. |
Terminamos con más hojas nuevas, en este caso del quejigo (Quercus faginea), y con el verde brillante de los cereales que crecen a su vera. Qué primavera más buena hemos tenido. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario