Ononis rotundifolia
Se trata de una garbancillera con largas inflorescencias axilares, con 1-3 flores de color rosado o blanquecino, y frutos subcilíndricos, colgantes, de 3,5 cm. Planta pegajosa al tacto, tiene tanto los cálices como los frutos cubiertos de pelos no glandulíferos.
Hojas trifoliadas, con el foliolo terminal separado de los otros dos por un peciólulo.
Últimas flores; se aprecian los cálices cubiertos de pelos.
Frutos colgantes.
También son características las hojas de la especie: todas son trifoliadas, con los folíolos elípticos u orbiculares y el terminal peciolulado.
Porte de Ononis rotundifolia.
Fotografiada en el Valle de Benasque (Huesca) a principios de julio, cuando ya quedaban pocas flores (y las que quedaban estaban en un estado regular). En la zona empieza a verse a partir de los 1.400 metros de altitud, sobre suelos básicos.
Una de las especies acompañantes en los bosques mixtos: el olmo de montaña (Ulmus glabra).
Hábitat: bordes de bosque, caminos, taludes, etc., en bosques submediterráneos o atlánticos, como el de la fotografía, con abedules, bojes, etc.
Aunque puede acompañar a diferentes tipos de bosques, aquí la hemos visto junto a quejigos y bosques atlánticos mixtos, con abedules (Betula pendula), avellanos, olmos de montaña, bojes, etc.
Ramas con flores (y algún fruto verde) de la belladona.
Entre las especies curiosas que se encuentran, asimismo, en los caminos y huecos del bosque, cabe destacar a la belladona (Atropa belladonna), una solanácea que puede superar la altura de un hombre, ahora en flor.
Detalle de las flores de Atropa belladonna.
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