Hemos aprovechado nuestras visitas a la Sierra de Cartagena para fotografiar algunos ejemplares y bosquetes de su árbol señero: la sabina o ciprés de Cartagena,
Tetraclinis articulata. Aunque ya habíamos presentado las flores, piñas y semillas con detalle, esta especie es merecedora de más atención por cualquier naturalista que se precie, así que ahí va un muestrario de fotos realizadas durante el mes de enero.
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Un solitario Tetraclinis crece entre rocas calizas; aunque indiferente edáfica en el norte de África, en Cartagena predomina sobre suelos básicos y pedregosos. Acostumbrada a este sustrato tan seco y a un medio semiárido, la especie también crece bien sobre suelos forestales acompañando a otras especies arbóreas. |
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El pino de Alepo, la especie arbórea acompañante de las sabinas de Cartagena en su área de distribución española. Lo normal es que los pinos dominen el paisaje, dejando a las Tetraclinis un papel secundario. |
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Algunos jóvenes Tetraclinis articulata despuntan en las zonas despejadas del anterior bosque. Aunque aquí vive en sierras litorales relativamente bajas (por debajo de los 500 m de altitud), en África asciende hasta los 1.800 m. |
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Otro ejemplo de la regeneración de las jóvenes sabinitas en el borde del pinar, junto a palmitos, bufalagas, Calicotome intermedia, etc. |
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En este caso un pie de Tetraclinis articulata de buen tamaño destaca en mitad del bosque de pinos: el color de su follaje es llamativamente más oscuro que el de los pinos. |
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Una situación inversa a la anterior: en este caso, son los jóvenes pinos los que crecen a la vera de un rodal de Tetraclinis. |
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Una joven Tetraclinis articulata, de porte cónico, crece junto a Pinus halepensis, en el Monte de las Cenizas. A medida que ascendemos, sin embargo, los pinos se hacen dominantes y desplazan a las sabinas en las zonas de umbría y mayor altitud. |
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Vista de la costa, a unos 400 m, desde el anterior monte. En esta localización no aparecen ya sabinas. |
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Piñas abiertas y vacías. |
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Ramas con flores femeninas ya fecundadas. |
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Aspecto de las hojas adultas: éstas se unen dos a dos formando grupos de cuatro (dos de las cuales son planas y anchas, enfrentadas, y las otras dos más estrechas, cierran los bordes). Cada grupo de hojas se une con el siguiente proporcionando a la rama el aspecto articulado al que hace mención el epíteto específico. |
Para un aficionado como yo, es un lujo leer tus entradas, con sus ajustadas descripciones y su estupenda documentación fotográfica.
ResponderEliminarUn saludo, José Luis
Muchas gracias por tus palabras, José Luis, pero el lujo lo tengo yo por tenerte como visitante del blog.
ResponderEliminarUn cordial saludo.