martes, 24 de julio de 2018

En busca del torvisco de Menorca (Daphne rodriguezii)


Una de las entradas que tenía pendiente de publicar de la visita a Menorca es la de la búsqueda del dafne menorquí (o torvisco de Menorca, ya puestos, de nombre científico Daphne rodriguezii), un pequeño arbusto endémico de la isla. Estamos a finales de junio y nos encontramos a... ¿10 msnm? Bueno, prácticamente al lado de la costa.

Entre la maquia que cubre estas laderas destacamos a la aulaga (Calicotome infesta).

Suelos arenosos al lado del mar, con siemprevivas (Helichrysum stoechas), Verbascum sinuatum, lentiscos, algún pino carrasco, etc.

Lotus cytisoides

Por una senda se nos cruza la primera sorpresa de la mañana: una tortuga mediterránea (Testudo hermannii): nunca la habíamos visto en libertad, así que nos da un alegrón. Nos llama la atención que lleva un resto de excremento de caballo en la boca. En el matorral costero menorquín la vida es dura durante el verano.

Una vista trasera...

...y un plano de la cabeza (qué animal más simpático, la verdad). Dejamos ir a la tortuguita y seguimos a lo nuestro.

Otra especie característica que crece profusamente a los lados del camino: la carcera (Ampelodesmos mauritanica), una gramínea de talla alta que vive en varios medios de las Baleares.

Astragalus balearicus

Matorrales achaparrados cercanos a la costa, en esta caso de Phillyrea latifolia (algunos autores hablan de P. media var. rodriguezii). La acción del viento queda patente en las adaptaciones de las especies de la zona.

Otra sorpresa: al ascender por una pequeña loma cubierta de vegetación nos sorprende el vuelo de un halcón que está anidando directamente sobre el suelo. Hacemos una rápida foto y reanudamos nuestra marcha para molestar lo menos posible.

Unas decenas de metros después, encontramos al primer Daphne rodriguezii, bien refugiado bajo un lentisco. Apenas mide 40 cm. Es característico de la especie (bastante escasa, por otra parte) crecer escondida bajo arbustos de mayor porte, por lo que en ocasiones no es fácil de localizar y pasa desapercibida.

Detalle de las ramas y hojas de D. rodriguezii. La especie es un endemismo de la costa de Menorca y presenta una curiosa adaptación: los principales dispersores de sus frutos son las lagartijas baleares. La extinción de la lagartija balear en Menorca en tiempos históricos (solamente sobreviven en algunos islotes próximos) ha condicionado la presencia (o supervivencia) del arbusto en la isla.

Un interesante artículo al respecto en el siguiente link.

Aunque estamos a finales de junio, no vemos ningún fruto. La especie florece entre marzo y abril. Las hojas son obovadas o elípticas, con el ápice redondeado y atenuadas en la base. El haz es relativamente brillante, como se aprecia en la fotografía, mientras que por el envés son más apagadas.

Esperamos y deseamos que esta especie siga formando parte de la biodiversidad menorquina, española y mundial pese a lo reducido de sus poblaciones (solamente puede decirse que es relativamente abundante en el islote de Colom). Aquí enlazamos las excelentes fotografías y el reportaje que en su momento publicó Joan Bibiloni sobre la misma.

Entre la población del dafne y la costa aprovechamos para fotografiar a algunas de las especies que encontramos, como la bocha peluda (Dorycnium hirsutum).


Lavatera arborea: arriba infrutescencia con hojas y abajo detalle de los frutos.

Una plumbaginácea de buen porte: Limoniastrum monopetalum, que ahora se encuentra en flor. Se cultiva como especie ornamental en las proximidades, así que podría provenir de ahí (parece que no es natural de Menorca).

Y terminamos con una lechetrezna leñosa y arbustiva alta: Euphorbia dendroides, de nombre vulgar "mula" en Menorca. A diferencia de sus parientes (generalmente herbáceos y anuales), esta especie es un arbusto alto propio de las islas Baleares (con alguna población peninsular suelta). Como estamos en verano, ha perdido todas sus hojas y solamente nos queda fotografiar sus ramas, de un tono anaranjado.
 

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