miércoles, 24 de octubre de 2018

Los Alcornocales y la campiña gaditana (agosto 2018)


Algunas fotografías de las especies vistas en Los Alcornocales y la campiña gaditana a finales de agosto.

Comenzamos en el río Guadiarranque, cerca de Castellar de la Frontera, en Los Alcornocales. Vistas de la aliseda que crece junto al cauce.

Aquí nos topamos con la ruta de la mariposa monarca, pues por aquí crecen sus plantas nutricias y se supone que la densidad de esta especie es muy alta: efectivamente, nada más comenzar a recorrerla encontramos una pareja de adultos libando entre las flores de Asclepias curassavica.

Mariposa monarca (Danaus plexippus).

A. curassavica crece profusamente en las orillas del río.

Fresnos próximos a la aliseda.

No encontramos larvas de monarca en las Asclepia, así que nos conformamos con fotografiar a la larva de la mariposa cinabrio (Tyria jacobea) sobre Senecio jacobea, su planta nutricia.


En las dos fotografías anteriores, la otra planta nutricia de la mariposa monarca: Gomphocarpus fruticosus; frutos y flores.

Caballito del diablo (Platycnemis latipes) sobre una zarzamora.

Linus tenue, un lino de flor amarilla que salpica los pastos herbáceos.

Vista del Castillo de Castellar y del alcornocal que lo rodea.

Cerca de Castellar se encuentra la finca La Almoraima, con tupidos bosques de alcornoques (en la imagen) y quejigos morunos (siguientes fotografías).

Quercus canariensis

Hojas de Quercus canariensis.

Cerca de un arroyo encontramos a esta interesante especie: Galega africana, un endemismo del Estrecho que en nuestro país solamente podemos ver en Cádiz.

Se trata de una herbácea perenne alta (alcanza los 120 cm) que habita suelos húmedos; en este caso acompañada (a la izquierda) por un ejemplar de verbena (Verbena officinalis), una especie mucho más corriente.

La especie recuerda a una veza (por la forma de los folíolos y la disposición de las flores) erguida, especialmente cuando se encuentra en flor; ahora la vemos con los frutos maduros.

Una especie que también crece en los bujeos: Achillea ageratum.

Teline monspessulana, una leguminosa arbustiva característica de estos bosques.

Fresnos y espadañas

Inflorescencias ya pasadas de Stachys germanica, una labiada que hallamos en un hueco del alcornocal.

En la campiña gaditana próxima fotografiamos otras especies, adaptadas a crecer en ambientes más secos y abiertos, como el cardo Carduncellus caeruleus.

Otra compuesta que florece en verano: Carlina racemosa.

La boraginácea Echium boissieri es una hierba alta que recuerda más a sus parientes canarias que a otras viboreras peninsulares. A finales de agosto quedan ya muy pocas flores frescas.
 
Detalle de la flor de Echium boissieri.


Ammi visnaga

El año pasado habíamos visto en la Laguna de Medina a la convolvulácea Cressa cretica sin flores, así que este año nos hemos vuelto a acercar... y ha habido suerte.

Aspecto general de Cressa cretica, con olivarda (Dittrichia viscosa) y pulicaria.

La Laguna está llena de agua y la vida bulle por todas partes: se ven hasta malvasías y fochas cornudas; resulta curioso ver a los flamencos nadando, en lugar de estar con las patas fuera del agua.

Delphinium gracile

También nos acercamos al Estrecho a ver cetáceos: no hubo suerte con los calderones (de las orcas ya ni hablamos), pero vimos dos especies de delfines; aquí van un par de fotos de ambas, en primer lugar del delfín común (Delphinus delphis)...

... y por último, del delfín listado (Stenella coeruleoalba).

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