jueves, 3 de octubre de 2019

Los Cotoneaster con frutos

Los arbustos del género Cotoneaster son bien conocidos por emplearse habitualmente en jardinería; en la Península Ibérica habitan tres especies silvestres que repasaremos hoy (especialmente la que todavía no habíamos mostrado en el blog, C. integerrimus), aprovechando que ya tienen los frutos maduros y es cuando más llamativos están.

De Cotoneaster tomentosus (o C. nebrodensis) mostramos el momento de su floración en esta entrada, por ser una especie escasa en Madrid (sin ser tampoco especialmente abundante en el resto de su área de distribución española). Recibe los nombres de griñolera o falso membrillo y puede alcanzar los tres metros de altura. Presenta hojas pubescentes por el haz (especialmente de jóvenes) y habita orlas de bosques caducifolios y matorrales calcícolas.

Detalle de los frutos de Cotoneaster tomentosus: destacan por tratarse de unos pomos subglobosos de color rojo cubiertos de pelos, siendo en la única especie de las tres que no son glabros.

La segunda especie (la más extendida de las tres) es Cotoneaster integerrimus, que recibe los mismos nombres vulgares que la anterior. Es un arbusto que presenta diversos biotipos que puede superar los dos metros de altura, si bien suele encontrarse como un arbusto de talla modesta. Habita los sistemas montañosos del norte del país y el Sistema Ibérico, creciendo frecuentemente entre rocas, en ambiente de hayedo, pinar, abetal o en bosques mixtos.

Rama con frutos maduros de Cotoneaster integerrimus. Generalmente se presentan solitarios o en pequeño número, reflejos (vueltos hacia la rama) y sin pelos.

Vista del envés de la hoja, densamente tomentoso cuando ésta es joven, aunque luego pierden parte de dicha pilosidad. El haz es glabro y el limbo es algo más corto que en la especie anterior (1-3 cm de largo, frente a los 3-6 cm de C. tomentosus).

Otro ejemplar de Cotoneaster integerrimus creciendo entre grietas, con el fruto en proceso de maduración durante el verano en Benasque (Huesca). Esta rosácea habita desde la media montaña hasta los 2.500 m.


Hábitat por encima de los 2.000 metros de altitud en el pirineo silíceo (aunque la especie es indiferente edáfica), donde el membrillero falso crece algo achaparrado junto a arándanos (Vaccinium uliginosum), enebros rastreros y otras matas.


En este espectacular paisaje pirenaico, por encima del nivel del bosque, encontramos a Cotoneaster integerrimus junto a las especies anteriores. Las zonas inferiores son pastoreadas por caballos y vacas, mientras que el ganado ovino pace en los herbazales y roquedos de ladera.

Por último, nos queda la tercera especie: el durillo dulce (Cotoneaster granatensis), del que ya escribimos y publicamos un par de fotos suyas hace tiempo. Es un arbusto alto con pétalos patentes (las otras dos especies los tienen erectos) y fruto glabro, de color rojo-violáceo, como muestra la imagen.

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