domingo, 17 de enero de 2021

Flora urbanita en invierno (2)

 

Comenzamos hoy con esta sugerente imitación de un encinar con sotobosque incluido (pero recuerden que estamos visitando parques, jardines y alrededores de zonas urbanas).


Entre los arbustos acompañantes no podían faltar los mirtos.

Picogordo entre la hojarasca.

Las lluvias de comienzos de invierno han despertado a la flora ruderal.

Una curiosa seta entre las hojas de un Ulmus glabra ornamental.

Otra especie plantada que, aunque no es nativa de Madrid, se emplea en sus parques y jardines: el arce Acer campestre.

Pinzón vulgar consumiendo las sámaras del arce.

Descampado ocupado por maravillas (Calendula arvensis) y cenizos, entre otras plantas.

Los gorriones molineros aprovechan las semillas de estos últimos.

Quercus cerris

Los frutos de una especie americana muy curiosa: el naranjo de los osages o Luisiana (Maclura pomifera).

Entre las ramas de los álamos blancos descubrimos a varias cotorras de Kramer.

Otra especie penínsular de ambientes más térmicos, ausente de manera natural en Madrid, que en este caso parece bien adaptada y fructifica sin problemas, el algarrobo (Ceratonia siliqua).

Entre la hiedra ha crecido el cardo cundidor (Cirsium arvense), del que quedan las hojas basales.


Algunas fotos desde el Parque Polvoranca, en Leganés. La focha buscando su desayuno.

Cormorán.

Ánsares índios.


Una especie de caminos, alcorques y bordes de parques, el céñiglo de Buenos Aires (Chenopodium multifidum), porte y detalle de ramas.


Al final del parque aparecen las zonas cultivadas. En sus bordes crece Chenopodium vulvaria.


Algunas anátidas autóctonas se emplean como aves ornamentales, como el pato colorado (junto al ánade real) o el ánade silbón.

Estos ánades reales, sin embargo, aprovechan para descansar en un estanque de San Sebastián de los Reyes, pero vuelan libres donde quieren.

En este mismo estanque ha crecido un cinturón de carrizo (Phragmites australis) que proporciona a este espacio un aspecto más natural.

También aquí descubrimos tres cercetas brasileñas (Amazonetta brasiliensis), otra especie foránea que parece asilvestrarse de vez en cuando en España.

Y, como en la primera entrada de esta serie, finalizamos esta segunda con otro mamífero urbanita, en este caso el conejo, que trata de calentarse al sol en una fría mañana de enero. La próxima semana, más.

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