Durante el pasado verano en Lanzarote nos llamó la atención este ejemplar de alcaparrera cerca de Haría. Aunque no es una especie nativa de Canarias, aquí se encontraba a sus anchas. En buena parte de la bibliografía botánica las plantas españolas se clasifican como Capparis spinosa, pero parece ser que esta denominación representa a una estirpe híbrida procedente del cruce de otras especies (Capparis sicula y C. orientalis), escapada de cultivo, y no es frecuente en nuestro país. |
Para presentar a las especies silvestres ibéricas seguiremos el criterio de Cristina Inocencio y otros investigadores (aquí el documento), según el cual existe una forma de hábito procumbente o tendido (Capparis sicula subsp. sicula), otra arbustiva erecta (C. zoharyi) y una tercera de ramas colgantes o péndulas (C. orientalis o C. rupestris). |
Hojas de Capparis sicula con estípulas espinosas retrorsas en la base de los peciolos. |
Hábitat en los alrededores del faro de Cabo de Gata (Almería) sobre rocas volcánicas. |
Las alcaparreras son arbustos de hoja caduca y en invierno presentan este aspecto. |
En los alrededores de Cartagena encontramos a la segunda especie, Capparis zoharyi, a quien dedicamos esta entrada hace años. Como se ha mencionado, se trata de un arbusto alto, no rastrero. |
Detalle de las estípulas decurrentes... |
...y de una hoja caída de Capparis zoharyi. |
Otra población de Capparis orientalis, en este caso en la Catedral de Palma de Mallorca, fotografiada durante el mes de junio. |
Flores abiertas de Capparis orientalis. Se aprecian los sépalos (cuatro) en forma de casco. |
Catedral de Palma de Mallorca. |
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