jueves, 11 de enero de 2024

Reserva del Cabo de Buena Esperanza

Visitamos uno de los lugares emblemáticos del mundo: el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo suroeste de África, un lugar con mucha historia y un excelente ejemplo de fynbos costero.

Erica abietina, Ericaceae

Cassine peragua, Celastraceae

Arctotis aspera, Asteraceae

Penaea mucronata, Penaeaceae

Protea lepidocarpodendron, Proteaceae


Aspecto del fynbos con algunas de sus familias botánicas más características: proteáceas, compuestas, ericáceas, celastráceas, timeláceas, etc.

Leucadendron coniferum, Protaceae

Un llamativo habitante del fynbos, el avestruz (Struthio camelus), en este caso una hembra.

Pterocelastrus tricuspidatus, Celastraceae

Passerina corymbosa, Thymelaceae

Osyris (Colpoon) compressum, Santalaceae

Phylica buxifolia, Rhamnaceae

Más matorrales ericoides.

Cullumia setosa, Asteraceae

Searsia laevigata, Anacardiaceae

Othonna arborescens, Asteraceae

Erica plukenetii, Ericaceae

Cape Point.

Felicia amoena, Asteraceae

Eriocephalus sericeus, Asteraceae

Agathosma ciliaris, Rutaceae

Asparagus ovatus, Asparagaceae

Cussonia thyrsiflora, Araliaceae

Escribano del cabo (Emberiza capensis).

Eland común (Taurotragus oryx), otro sorprendente habitante de estos matorrales mediterráneos.

Extremo final del Cabo de Buena Esperanza, con el Océano Atlántico detrás.

Agathosma sp., Rutaceae

Ruschia macowanii, Aizoaceae

Euphorbia caput-medusae, Euphorbiaceae

Carpobrotus acinaciformis, Aizoaceae

Ibis sagrados (Threskiornis aethiopicus).

Antes de partir apareció el avestruz macho.

Maytenus lucida, Celastraceae


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