viernes, 28 de enero de 2011

Flora amenazada: el romero blanco (Rosmarinus tomentosus)

En algunos puntos del litoral occidental granadino (como en los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, donde fueron tomadas las fotos) puede encontrarse el romero blanco (Rosmarinus tomentosus), especie arbustiva endémica de medio metro de altura, que solamente cuenta con dos poblaciones importantes en nuestro país.

Rosmarinus tomentosus

Se trata de una labiada que vive sobre suelos dolomíticos, en zonas expuestas a la acción de la sal y los vientos marinos (lo que en ocasiones le confiere un hábito achaparrado peculiar) o aferrada a paredones y acantilados, colgando directamente sobre el mar.

 Ejemplar de Rosmarinus tomentosus creciendo en un acantilado marino.

Romero blanco achaparrado acompañado de pinos carrascos, con hábito parecido, a un paso de la costa mediterránea.

Comparte medio con pinos carrascos (Pinus halepensis), romeros comunes (Rosmarinus officinalis), Asteriscus maritimus, orovales (Withania frutescens), Aristolochia baetica, tojos (Ulex parviflorus, en flor durante la visita, en enero), y otras especies propias de los matorrales calcícolas.

 Hojas y piña de pino carrasco (Pinus halepensis).

Ulex parviflorus

Del romero común (con el que ya se ha indicado que comparte medio e incluso puede hibridarse) se diferencia bien por tener este último las hojas mucho más largas (hasta cuatro centímetros, por menos de dos en el romero blanco), agudas y con el haz glabro (mientras que las de R. tomentosus son obtusas y están densamente cubiertas de pelos blancos, lo que confiere una tonalidad clara a toda la planta). Otra diferencia importante es que mientras el cáliz de R. officinalis suele ser glabro, el de R. tomentosus presenta pelos glandulíferos.

Hojas mayores (y de haz glabro) y cáliz sin pelos glandulares diferencian bien a R. officinalis (en la foto) de R. tomentosus.

 Litoral de Maro-Cerro Gordo.

  Hábitat de Rosmarinus tomentosus desde el interior de un pinar próximo.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el blog, lo sigo con mucho interés, muy interesante todas las entradas, ésta en concreto me ha gustado especialmente por ser una zona que conozco.

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  2. Gracias, Adriano.

    Hacía cuatro o cinco años que no pisaba la costa de Granada y la verdad es que hemos pasado unos días muy buenos; da mucho de sí. Tengo en mente cuatro o cinco entradas que iré poniendo poco a poco, seguramente alternando con otras del verano.

    Un saludo.

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