domingo, 9 de enero de 2011

Un paseo por el Valle del Lozoya en invierno

26/12/2010: Río Lozoya, cerca de Rascafría (Madrid)

Último paseo del año por Rascafría, en las proximidades del río Lozoya, a unos 1.200 metros de altitud, destacando:

 Río Lozoya desde el Puente del Perdón (Rascafría).

Fresnos y chopos acompañados por otras especies

Dehesas de fresnos (Fraxinus angustifolia) y chopos (Populus nigra) acompañadas de varios arbustos caducifolios: aligustres (Ligustrum vulgare), mundillos (Viburnum opulus), majuelos (Crataegus monogyna), hiedras (Hedera helix), saúcos (Sambucus nigra), boneteros (Euonymus europaeus), etc. Tanto los aligustres como los mundillos y majuelos todavía con frutos, por lo que son visitados por mirlos y currucas entre otras aves. Los frutos de la hiedra todavía sin madurar.

Frutos de aligustre (Ligustrum vulgare). 

 Ejemplar añoso de Populus nigra.

Hiedra (Hedera helix) con frutos verdes.

Bosques de galería formados por álamos temblones (Populus tremula) y diversas especies de sauces (Salix triandra, S. salviifolia, S. alba, etc.), avellanos (con la inflorescencia formándose en estos momentos) y otros caducifolios. Los avellanos corresponden tanto a Corylus avellana como a C. hispanica, , tal y como se explica en la siguiente obra, aunque para separar a ambas especies con seguridad hay que visitar las avellanedas cuando están en fruto.

 Temblones (Pupulus tremula) con hiedra formando parte de los setos próximos al río.

Inflorescencia sin abrir de avellano.


Ya más alejados del río aparecen los melojares (Quercus pyrenaica), con varias especies de rosales silvestres, escobas (Cytisus scoparius), y otras leguminosas arbustivas; en las montañas próximas, sobre el piso de vegetación de los melojos, se aprecian (de abajo hacia arriba) los pinares de pino silvestre, así como los piornales (Cytisus oromediterraneus) y pastizales de cumbres, estos dos últimos cubiertos por la nieve.

Melojos con Cytisus scoparius

Cumbres nevadas, pinares y melojares.

2 comentarios:

  1. La verdad es que el Valle del Lozoya es un valor seguro en cualquier época del año. El fin de semana pasado (con el tiempo que ha hecho), ha sido un lujo pasear por él.

    Otro abrazo, Carlos.

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