Quercus orocantabrica: hojas y frutos pedunculados.
Su parecido con el carbayo reside en las hojas, glabras por ambas caras, y con orejuelas en la base del limbo foliar; el fruto, asimismo, se presenta sobre un pedúnculo largo.
Sin embargo, se trata de un arbolillo o un arbusto alto, en cualquier caso de menor tamaño que el carbayo (los ejemplares de las fotografías tendrían unos tres metros de altura), que crece en un medio muy diferente: mientras que Q. robur crece en valles y zonas bajas, sobre suelos profundos y húmedos, Q. orocantabrica lo hace a mayores altitudes y en suelos pedregosos, sobre conglomerados silíceos y otras rocas de naturaleza ácida. Puede encontrarse desde los 1.200 hasta los 1.800 metros y soporta mejor climas más continentales y fríos que el carbayo.
Hábitat en la Montaña Palentina.
Las fotografías fueron realizadas a finales de agosto en la Sierra de la Breña (Brañosera, Montaña Palentina), a unos 1.600-1.700 metros de altitud. Varios ejemplares de Quercus orocantabrica crecen en medio de densos matorrales formados por brezos (Erica arborea) y leguminosas arbustivas (Genista florida, Cytisus cantabricus), acompañados por otros arbolillos como mostajos (Sorbus aria), acebos (Ilex aquifolium), etc.
Otra diferencia morfológica importante con el carbayo reside en los frutos: mientras que en éste son alargados, con la cúpula bien desarrollada, en el roble orocantábrico resultan mucho más pequeños, con la cúpula corta y las bellotas casi redondeadas (subglobosas), con base plana y el ápice subtruncado.
Quercus orocantabrica
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