martes, 30 de agosto de 2011

La campiña gaditana en verano

Antes de que llegue el agostamiento definitivo de hierbas y campos a la campiña andaluza, aprovechamos para visitar a mediados de julio las proximidades de Jerez (Cádiz), pues, pese a que ya se nota el efecto del verano sobre la vegetación, ahora aprovechan para florecer algunas especies.

Alcachoferas silvestres en flor en un olivar.

Alcachofera silvestre (Cynara cardunculus).

Se alternan las parcelas con cultivos herbáceos y olivares sobre lomas de poca pendiente; presencia de afloramientos margo-calizos y depósitos aluviales, a una altitud media de unos 50 msnm. Entre las parcelas sobreviven algunos pies de algarrobos (Ceratonia siliqua), acebuches, lentiscos (Pistacia lentiscus) o palmitos (Chamaerops humilis), que a veces forman interesantes setos lineales con más arbustos (Rhamnus oleoides, entre otros).

 Algarrobo y lentiscos.

Palmitos y lentiscos formando setos.

En flor se encuentran algunas plantas ruderales y viarias (las que crecen a la vera de los caminos), como la alcachofera silvestre (Cynara cardunculus) y el gordolobo (Verbascum sinuatum).

Verbascum sinuatum

En julio también florece el tomillo aceitunero

Detalle de la floración de Thymbra capitata.

Junto con cultivos y caminos rurales aparecen zonas en las que sobrevive un matorral bajo, formado por palmitos y diversas labiadas, como tomillos aceituneros (Thymbra capitata), también en plena floración y muy visitados por las abejas, marrubios (Marrubium vulgare), matagallos (Phlomis purpurea) y la herbácea Nepeta tuberosa, de cuyas inflorescencias, ahora prácticamente secas, penden las corolas azuladas de las últimas flores.

 Nepeta tuberosa

Hábitat: olivares y caminos rurales con restos de vegetación espontánea.

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