Aunque se trata de una especie endémica de la laurisilva de las islas Canarias occidentales, en el jardín tengo un par de bicácaros (Canarina canariensis) obtenidos de semilla que brotan todos los otoños y crecen hasta finales de primavera: luego la parte aérea desaparece y hasta el otoño siguiente.
La prueba más dura que tienen que superar es el invierno del centro peninsular, claro. Cada año crecen un poco más que el anterior (pero sin atisbo de echar flores hasta el momento). Esta temporada voy a protegerlos con algún recipiente de plástico (a modo de invernadero) a ver si la cosa va a más y superan los 25 cm que alcanzaron el año pasado. Seguiremos informando.
Feliz 2017 para todos los lectores. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario