| Detalle de las flores anteriores, en las que se aprecia un único estilo (posteriormente el fruto tendrá un único hueso). |
| Otra imagen de las estípulas (relativamente) grandes y dentadas de las ramas no floridas del espino albar: no son estas las que tenemos que buscar... |
| Otro ejemplo de hojas con estípulas en Crataegus monogyna. El borde del lóbulo inferior de las hojas es liso (carece de dientes). |
| Pero lo normal es encontrar así a los majuelos a finales de septiembre: con los frutos a punto de madurar y sin rastro de las estípulas. |
| Otra vista de una hoja con estípulas y fruto de Crataegus granatensis, donde se aprecia el aspecto del envés y del pedicelo, también completamente cubierto de pelos. |
| Estos últimos ejemplares corresponden a arbustos que crecen en la Sierra de las Nieves (Málaga), con pinsapos, quejigos, Bupleurum spinosum y otras especies. |
| Las hojas tienen de dos a cuatro lóbulos laterales y son lanosas por ambas caras (de ahí el tono apagado de la especie). |
| Frutos de Crataegus laciniata a finales de septiembre: son algo mayores que los de C. monogyna y pueden tener aspecto algo piriforme. |
| Aspecto de ramas floridas de Crataegus laevigata. Se trata de una especie centroeuropea que en España se distribuye por el País Vasco y algunas sierras de Navarra, La Rioja y Burgos. |
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