miércoles, 29 de abril de 2020

Las hiedras (segunda parte)

Vamos a finalizar este repaso por las hiedras revisando a las especies con tricomas de color rojizo o anaranjado, que en este grupo son siempre estrellados, con los radios soldados en su porción central y paralelos al limbo. Son más pequeños que en las especies precedentes, por lo que parecen pequeñas escamas sobre los brotes y hojas nuevas. La primera especie es Hedera iberica (antes Hedera maderensis subsp. iberica), de la que se muestra un brote estéril: las hojitas nuevas suelen tener tres lóbulos (siendo el central de mayor tamaño) y la base truncada.

Aspecto general de los tricomas en Hedera iberica en el envés de una hoja, con su característica forma estrellada y de color anaranjado.


Dos vistas de Hedera iberica creciendo en una pared de arenisca en las inmediaciones de un canuto gaditano, con ojaranzos o rododendros, en Los Alcornocales.

Hedera iberica es un endemismo del cuadrante suroccidental de la Península Ibérica, donde crece en bosques húmedos y cálidos como estos quejigares africanos (Quercus canariensis) sobre el suelo, los troncos de los árboles, roquedos, etc., desde el nivel del mar hasta casi 1.000 metros de altitud.

Y desde los bosques húmedos del extremo sur peninsular nos trasladamos hasta el monteverde canario para mostrar a la siguiente especie, la hiedra canaria (Hedera canarensis). Tiene unos ciclos de floración y fructificación similares a las especies peninsulares, comenzando a florecer a partir de septiembre.

Hojas de Hedera canariensis: esta especie se caracteriza por sus hojas de base profundamente cordada, ápice poco agudo, lóbulos poco marcados o inexistentes y pequeño tamaño dentro del grupo (menores a 12 cm de anchura).

Hábitat de la hiedra canaria: en este caso en la laurisilva de la península de Anaga (Tenerife). La especie es un endemismo de la flora canaria que está presente en las cinco islas más occidentales (desde El Hierro a Gran Canaria) del archipiélago.

Ejemplar de Hedera canariensis creciendo sobre un tejo canario (Erica platycodon) en el interior de un fayal-brezal.

La tercera especie es la hiedra de Marruecos (Hedera maroccana), que recibe su nombre por proceder de este país norteafricano. Probablemente sea la especie más utilizada en jardinería. Tanto esta hiedra como la siguiente son especies con las hojas más grandes que la hiedra canaria. 

Brote estéril de Hedera maroccana: sus hojas juveniles suelen tener cinco lóbulos (con el central más largo que los laterales) y la base cordada; los peciolos son rojizos o violetas.

Formación de los frutos de Hedera maroccana durante enero.


Hedera maroccana creciendo sobre algunos pinos resineros del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, en Madrid.

Por último, presentaremos a una segunda especie alóctona también muy utilizada como ornamental: la hiedra de Argelia (Hedera algeriensis). No son estas dos últimas, claro, las únicas especies que se cultivan (y asilvestran) en España, pero sí las más comunes.

Hedera algeriensis es muy parecida a su vecina H. maroccana: las hojas juveniles de la primera, a diferencia de la anterior, presentan la base truncada (o algo cordada), tres lóbulos y sus peciolos son verdes o algo rojizos.

Según parece el envés de las hojas de esta hiedra tendría un aspecto brillante, frente a la apariencia más apagada de otras especies.

Una variedad muy extendida de la hiedra de Argelia es la "Gloria de Marengo", con hojas variegadas.

Aspecto general y detalle de los tricomas en esta última variedad (ojo porque la luz de la lupa puede desvirtuar algo el color original de éstos). También son anaranjados y rotados (estrellados, adpresos y dispuestos en un único plano).

Con una vista del aspecto de las hojas nuevas de un brote primaveral de H. algeriensis "Gloria de Marengo" terminamos: si pueden, disfruten de las hiedras de su casa (o la de sus vecinos) mientras dure el confinamiento y que éste les sea leve.


2 comentarios:

  1. Un blog muy interesante y muy didáctico.
    Me lo apunto para seguir leyéndote.
    Saludos

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  2. Muchas gracias por tus palabras, Raúl.

    Un saludo.

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