martes, 28 de junio de 2011

Otro dragoncillo: Antirrhinum meonanthum

21/06/2011: Inicio del verano; buscamos por la Sierra de Hoyo de Manzanares al dragoncillo Antirrhinum meonanthum, una herbácea perenne que alcanza casi el metro de altura, endémica del cuadrante noroeste peninsular, menos abundante que su pariente A. graniticum (al menos en Madrid), que se encuentra ahora en flor.

Antirrhinum meonanthum

Se trata de una especie con tallos glandular-pubescentes (como gran parte de la planta), con hojas superiores opuestas e inferiores alternas, de lanceoladas a elípticas. Las flores se agrupan en inflorescencias al final de los tallos y van acompañadas de unas brácteas lanceoladas y agudas. Las flores poseen un pedicelo corto, de menor longitud que la bráctea que las acompaña.

El primer ejemplar visto, entre jarales de Cistus ladanifer y restos de encinares. 

Tallos y hojas.

El cáliz lo conforman unos sépalos lanceolados, agudos y que se recurvan, también cubiertos de pelos glandulosos. La corola mide hasta tres centímetros, de color amarillo pálido con venas purpúreas. Labio superior erecto patente e inferior con una giba característica de la especie, que sobresale entre los sépalos.

Flores de A. meonanthum: destacan los sépalos recurvados y estrechos, así como la giba del labio inferior.

El fruto es una cápsula oblongo-ovoidea, obtusa y coriácea, glandular-pelosa (ver detalle en la fotografía).

Frutos (todavía verdes) en cápsulas, cubiertos de pelos y glándulas.

En la Sierra de Hoyo sigue siendo más frecuente Antirrhinum graniticum, también en flor ahora, que forma rodales de mayor extensión que A. meonanthum; el primero, a diferencia de este segundo, tiene corola blanca, sin giba, brácteas ovadas, sépalos menos estrechos no recurvados y cápsula leñosa y dura (no coriácea).

Rodal de Antirrhinum graniticum.

Solidago virgaurea

A partir de los 1.100 metros de altura, acompañando a los encinares y jarales que crecen entre las rocas graníticas, empieza a aparecer Antirrhinum meonanthum. Seguirá viéndose hasta la cumbre, que ronda los 1.400 metros, donde ahora se acompaña por las propias encinas (Quercus ilex subsp. ballota), melojos (Quercus pyrenaica), algún enebro (Juniperus communis), varas de oro (Solidago virgaurea, que también ahora empiezan a florecer), Leucanthemopsis pallida, berceos (Stipa gigantea), etc.

 Juniperus communis

Hábitat: fisuras entre los granitos, bordes de encinares (en la imagen), etc. Abajo a la derecha, un enebro comparte medio con las propias encinas y otras especies.

1 comentario:

  1. Felicidades y enhorabuena por tu magnífico trabajo. Me he llevado una grata sorpresa al visitar la página. Vivo y he nacido en "Hoyo" y soy un gran aficionado a la botánica, tengo unos trabajos ya realizados al respecto.
    Un cordial saludo.
    José González.
    grillogepeto@yahoo.es

    ResponderEliminar