El árbol de Santa María (Clethra arborea) reune las características de buena parte de las especies arbóreas que habitan en estos bosques húmedos de la región macaronésica: hojas simples, perennes, algo coriáceas y lustrosas.
El borde de las anteriores es aserrado y la forma oscila entre lanceolada y obovada; con peciolo bien desarrollado, el haz lampiño y el envés velloso, recuerdan a las del madroño, aunque las de Clethra son de mayor tamaño.
Las flores salen en racimos alargados por lo general simples (aunque también pueden ser compuestos), cuyas flores miran a un único lado. Sépalos ovados, como se aprecia en la siguiente fotografía, con pétalos de color blanco y fruto en cápsula.
Aunque se ha considerado dentro de la categoría árboles de Canarias por ser ser un arbolito que alcanza los ocho metros, también puede presentarse como un arbusto alto, que puede superar los cinco metros de altura. Tampoco la inclusión dentro de la flora canaria está clara: aunque para Ruiz de la Torre (en su obra Flora Mayor, 2006) se trata de una especie exterminada de Canarias debido a la sobreexplotación por la calidad de su madera, el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España, ante la escasez de citas recogidas en el archipiélago (en particular en Tenerife), contempla la posibilidad de que se trate de una especie asilvestrada (aquí la ficha).
De manera natural habita Madeira y se ha naturalizado en las Azores. En la siguiente imagen, el porte de un ejemplar empezando a florecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario