jueves, 9 de mayo de 2019

Alrededores del Mar de Ontígola y Laguna de San Juan (sur de Madrid)

A finales de abril recorrimos los alrededores de un par de parajes muy conocidos del sur madrileño: el Mar de Ontígola (Aranjuez) y la Laguna de San Juan (Chinchón), en donde pudimos fotografiar algunas de las especies ruderales, gipsófilas y propias de humedales (o al menos de sus bordes) que crecen por allí. Aquí va una representación de las mismas.

El Mar de Ontígola, localizado a unos 600 m de altitud, es un humedal artificial histórico con más renombre que buena conservación: pegado a la ciudad de Aranjuez, presenta problemas de degradación y acumulación de basuras en muchos sitios; creo que hace poco hasta sufrió un incendio que arrasó parte del carrizal y la vegetación ribereña, aunque hoy parece recuperado. En la imagen, parte de dicho carrizal y una banda de tarays.

Escorzonera (Scorzonera laciniata). Las brácteas del involucro tienen una especie de cuernecito característico de la especie.

En los caminos se encuentra la alharma (Peganum harmala).

Iberis pectinata

Plantago albicans sobre un talud arenoso.

¿Stipa lagascae...?

Lepidium subulatum

Algunas especies de los terrenos yesosos adyacentes, como Helianthemum squamatum.

Centaurea hyssopifolia con sus primeras flores y un polinizador.

El tomillo salsero (Thymus zygis).

Pinillo (Ajuga chamaepitys).

Una especie ruderal, la manzanilla de los campos (Anacyclus clavatus).

Nos acercamos al cercano Cerro de los Frailes, un espacio parcialmente ajardinado que no obstante sigue contando con una interesante representación de la flora espontánea del sur madrileño, como Euphorbia serrata, Lithodora fruticosa, Retama sphaerocarpa, Rhamnus lycioides, Artemisia campestris subsp. glutinosa, Thapsia villosa, Sedum sediforme, Genista scorpius, atochas, pinos de Alepo, etc.


Ephedra nebrodensis

Enturio (Reseda suffruticosa) en flor.


Gamón (Asphodelus cerasiferus).

Otra efedra: Ephedra fragilis.


Euphorbia segetalis: una lechetrezna anual de medios alterados que supera el medio metro de altura.


Los almeces (Celtis australis) ya tienen los frutos formados (madurarán en verano); es un árbol que en teoría se encuentra silvestre por algunos puntos de la Comunidad de Madrid, aunque estos son plantados.


Iberis saxatilis

Nazarenos todavía en flor (Muscari neglectum).

Un clásico de los matorrales del sur, el romero (Rosmarinus officinalis).

Otra vista de la vegetación natural a finales de abril, donde destacan las flores de color violeta de los alhelíes silvestres (Matthiola fruticulosa).

Oruga blanca (Eruca vesicaria).

Avanzadilla de "uva de gato" Sedum album por los tejados de Aranjuez.


De la cuenca del Tajo pasamos a la Laguna de San Juan, en la del Tajuña. Vista general y de uno de sus extremos, donde se aprecian parte de los cerros que la rodean por un lado.


Un par de vistas de los cerros y cantiles de margas y yesos que hay por la zona.

En una pequeña depresión entre los cerros y el humedal encontramos a esta interesante población de opopanaco o pánace (Opopanax chironium).


Es una hierba perenne que puede alcanzar los dos metros cuando ha florecido (a partir de junio), aunque de momento solamente lucen sus hojas.

Los pelos escamosos propios de la especie se aprecian muy bien en el pecíolo de las hojas.

La matilla cañamera (Althaea cannabina) en el borde del camino, de momento sin sus espectaculares flores.

Descurainia sophia

Varias trepadoras crecen junto a carrizos y espadañas: Rubia tinctorum (en el centro), lúpulo, vides, etc.

Lúpulo (Humulus lupulus).

Astragalus incanus

Corona de rey (Tetragonolobus maritimus).

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