viernes, 24 de enero de 2014

Por la costa murciana: Bolnuevo y la Sierra de las Moreras


 
Comenzamos por las Gredas de Bolnuevo, un paraje espectacular y bastante abandonado (en el peor sentido de la palabra). Formadas principalmente por margas arenosas y areniscas, sus materiales, con distintos grados de cohesión, han sido erosionados por el agua y el viento, dando lugar a las llamativas formas que hoy podemos observar.



Aquí encontramos a otro de los arbustos clásicos de los semidesiertos del sureste: Launaea arborescens, el rascamoños.

Un arbusto endémico de Murcia y Almería: Salsola papillosa, que crece en terrenos salinos y algo nitrificados. En este caso, varios individuos colonizan un terraplén margoso.

Detalle de las hojas de Salsola papillosa.

Otra leñosa de la misma familia que la anterior (quenopodiáceas): la boja negra (Salsola genistoides), posiblemente el menos llamativo y más adusto de todos los arbustos de la flora española.

Seguimos la línea de costa hacia la Sierra de las Moreras: nos sorprende el paisaje, con una gran variedad de sustratos y el buen estado de conservación de este tramo de costa.



Algunos ejemplos de las rocas de la zona, donde predominan margas, calizas y areniscas. También aparecen zonas de rocas volcánicas (nos recuerda, inevitablemente y por muchas razones, al vecino Cabo de Gata).

Romerales con Genista umbellata.


Relieves próximos a la Cueva de los Lobos (supongo que una referencia a las focas monje que debieron habitar la zona hace años).

Siempre que veo algún arbustillo con agallas me acuerdo de Íñigo y le saco alguna foto. En este caso se trata de Artemisia barrelieri, que ocupa extensiones de cierta importancia (un saludo, Íñigo, si es que pasas por aquí). Es otro pequeño arbusto endémico del país.



Terminamos con algunas fotos más del relieve y las rocas de la zona, con algunas rocas sedimentarias: conglomerados, estratos con varios tipos de arcillas y unas areniscas de color rojo.

 

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