miércoles, 12 de octubre de 2011

Un ecosistema en una mimbrera (Salix fragilis)

En octubre, visitando Rascafría, nos encontramos con unas mimbreras (Salix fragilis) de gran tamaño; se trata de unos ejemplares muy ramificados desde su misma base que ocupan unas antiguas balsas próximas al monasterio. La ausencia de lluvias durante el otoño ha provocado que éstas se encuentren completamente secas, lo que permite que accedamos a ellas para examinar de cerca a estos sauces.

Salix fragilis

La amplitud de la base de sus troncos en este ambiente húmedo ha permitido a varias especies leñosas germinar y crecer sobre los propios árboles; entre éstas destacan algunos avellanos (Corylus avellana), zarzas y cerecillos (Lonicera xylosteum). Entre las zarzas que se encuentran en el Valle del Paular y se pueden ver por aquí, hoy mostramos a una especie del Sistema Central que no había aparecido todavía en el ecotono, Rubus castellarnaui (la foto, de un ejemplar con los frutos inmaduros, corresponde a principios de septiembre).

Un avellano crece sobre la mimbrera.

Rubus castellarnaui

Aunque entre todas las especies arbustivas que crecen sobre las mimbreras destacan, por su porte, su abundancia y estar ahora en flor, las hiedras (Hedera helix). La presencia de las flores abiertas de las hiedras en otoño hace que sean profusamente visitadas por varios tipos de insectos: dípteros, himenópteros y lepidópteros, fundamentalmente.

Una hiedra en flor.

Hedera helix: detalle de la inflorescencia con algunas flores abiertas.


Dos dípteros acuden a libar a las flores de la hiedra.

Entre las mariposas que encontramos alrededor o libando en las hiedras podemos fotografiar a la lobito (Hyponephele lycaon) y a la colias común (Colias crocea).

Hyponephele lycaon

Colias crocea

Pero el insecto más llamativo que hace acto de presencia es el avispón (Vespa crabro), del que descubrimos una colonia en un hueco de una de las ramas podadas de una de las mimbreras; el trasiego de ejemplares por la entrada es constante, entrando y saliendo individuos de forma continua.

Vespa crabro

Los avispones entrando y saliendo de su colonia.

Los avispones, excelentes cazadores, también rondan y patrullan por las hiedras, aunque en este caso no por el néctar de sus flores, sino para cazar otros invertebrados; como se muestra en la siguiente fotografía, se atreven incluso con las abejas, a quienes capturan, pese a tratarse de insectos peligrosos, sin muchos complejos.

Un avispón acaba de capturar a una abeja.

En el suelo donde crecen las mimbreras, pese a la ausencia temporal de agua, pueden verse algunos anfibios: ranitas de San Antonio, sapos comunes y, en las zonas donde se conserva más humedad, sapillos pintojos (Discoglossus jeanneae).

Sapillo pintojo.

Una pequeña muestra de las especies que se pueden encontrar viviendo en los alrededores de unos grandes sauces y las relaciones que se establecen entre ellas.

Hábitat de las mimbreras (Salix fragilis) y demás especies presentadas.

2 comentarios:

  1. Muy chula la entrada, Salva. Por cierto, ayer, en pleno octubre estuve en Novellana viendo una hiedra llena de insectos libando, desde mariposas, a moscas, abejas, avispas. Parecía primavera.
    un abrazo

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  2. Buenas, D. David.

    La verdad es que son un valor seguro (me refiero a las hiedras); no sé si por Asturias hay avispones, pero estos sí que son para quedarte horas frente a las hiedras viendo cómo cazan y acosan al resto de insectos. Se han convertido en mis insectos preferidos.

    (Por cierto, hablando de insectos, ya tengo el libro de odonatos del RU: buenísimo.)

    Otro abrazo.

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