miércoles, 11 de abril de 2012

Los renuevos de las rosáceas

Algunas notas de campo del pasado fin de semana.


Pyrus bourgaeana

En el monte de Valdelatas vemos por primera vez piruétanos (Pyrus bourgaeana), formando una pequeña población en un encinar, a la vera de un camino. En Madrid lo habíamos visto (escaso) en el oeste de la región, pero nunca tan a las puertas de la capital.




Se trata un arbolito espinoso que acaba de sacar las hojas y ninguno de los pies presentes tiene flores.




Cerca, otras rosáceas del monte formadoras de setos empiezan a sacar sus renuevos, como los majuelos y los rosales silvestres (Rosa canina el más frecuente por aquí).




Como acompañante de los piruétanos, aunque mucho más frecuente dentro del encinar, destaca la presencia del labiérnago (Phillyrea angustifolia).


Phillyrea angustifolia

En Guadalix de la Sierra, en el dominio del quejigar, de momento pocas especies en flor: prácticamente la única especie que vemos con flores es una hierba vivaz de la familia de las rosáceas precisamente: Potentilla neumanniana.




Como en Valdelatas, los rosales silvestres muestran sus primeras hojas, aunque sobre estos terrenos calizos la especie dominante es -con diferencia- Rosa micrantha.


Porte de Rosa micrantha.


Este es un rosal cuyo envés está cubierto de pequeñas glándulas de color castaño y con los sépalos caducos y reflejos, como se muestra en las siguientes fotografías. En los pedicelos de los frutos que todavía quedan también se aprecian las glándulas.






Entre los roquedos, al final de la tarde encontramos una culebra lisa (Coronella girondica), animal bastante pausado (al menos para lo que suelen ser las serpientes) que aprovechamos para fotografiar antes de irnos.






Hábitat: pedreras de roca caliza entre quejigares y sus matorrales acompañantes.

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